14 FEBRERO 2024

© 1980 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
1980
Localizacion
Navahermosa, Toledo (España)
Soporte de imagen
35 MM. PANATOMIC 32
Fecha de diario
2024-02-14
Referencia
5251

MONÓLOGOS SOBRE ARTE
Capítulo veinte: En mi casa (1)
Viernes, nueve de Febrero de dos mil veinticuatro

“La realidad puede cambiar. Si uno desarrolla sus poderes, puede desarrollar sus realidades para expresar simbólicamente las cosas”. Wynn Bullock
Supongo que me interesa e inquieta el arte. Sobre todo me interesa, qué otra cosa podría interesarme más. Especialmente porque hace ya algunas décadas que me dedico a aproximarme a valores expresivos y estéticos como medio y modo de acercarme a verdades trascendentes, no absolutas, no, tan solo útiles para mí, para forjar mi propia idea sobre el mundo y el hecho de vivir. Ahora, sin esta actividad residual, pero principal (no hago otra cosa), no soy nada ni nadie.
Es mi manera, tal vez espuria, sí, pero no se me ocurre otra, como único modo de alcanzar  algún tipo de seguridad y equilibrio, y de conjurar el miedo cerval a lo por venir (que no porvenir).
Ahora llueve en el exterior de mi estudio. El arquitecto y constructor de mi estudio, el otro día, lo llamaron de forma espontánea y creativa: El Torreón. No me pareció mal, sobre todo en la acepción defensiva del nombre.
La digresión ha venido a cuento porque he perdido el hilo de lo que escribía y he mirado por el ventanal y llovía. Y por una estrofa de una canción de Rafael Berrio:
“Rendir culto al absurdo.
Sentir hondamente la nada.
Darse a la paradoja.
Mirar llover por la ventana…”.

Retomo: A estas alturas he de decir que mi obsesivo propósito no ha tenido ni de lejos el resultado que soñé en algún momento, hace tanto tiempo ya.
No, no he conseguido crearme un corpus filosófico sobre el que sostener mi tenaz afán del artista que no he logrado ser. Y no, no hablo de la respuesta social que aun buscándola débilmente, en el fondo y la mayor parte del tiempo nada me ha importado.
Creo que la vida más auténtica, la única posible y deseada para mí, se juega en la intimidad y el reflejo propio en la mirada de alguien. Una sentida caricia de una amada sería suficiente para seguir con el empeño de la vida absurda.
Lo malo: así nunca se llega a nada; lo bueno: ni falta que hace.
He fotografiado y escrito, ambos empeños con ganas y pasión. No he conseguido un estilo y un  ritmo pegadizo y bailable. No hay arte que pueda sobrevivir sin la memoria de los demás.
Seguiré mañana con esta salmodia. Terminaré con la canción de Berrio (gran artista por inconfundible y genial):
“…En fin: vivir;
vivir, se me ocurre:
Fuera de eso niente mi piace,
todo me aburre”.

(…)
La Fotografía: Una de las fotos de cuando empezaba con lo que creía y en lo que ya apenas creo, hace ahora cuarenta y tres años; inmediatamente posterior a mi primera exposición (mi  mejor y único momento). La tortuga, subida al lomo del gran semoviente (especie de elefante ibérico) como parasitaria de lo que no entiende pero se deja llevar sin esfuerzo, viene a ser el símbolo del que habla Bullock.  

Pepe Fuentes ·