1 MARZO 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Espartaco, película de Stanley Kubrick (1960)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2024-03-01
Referencia
10249

LOS DÍAS 21
“La sola idea de que una cosa cruel pueda ser útil es ya de por sí inmoral.» Cicerón
Miércoles, veintiocho de febrero de dos mil veinticuatro

Diario: he llegado despreocupadamente a hoy, miércoles, a pesar de que para el viernes no tengo nada que publicar (hoy).
No es eso solo lo malo, sino que estoy inmerso, invadido por una pereza invencible. Es como si todo me diera igual, pero no por depresión, no, que va, es tan solo desgana. Por ejemplo en las lecturas, últimamente solo me ocupo de novelas que me entretengan; nada de disquisiciones o especulaciones intelectuales o filosóficas. A la mierda con todo ese ruido estéril, si ya, total, está todo decidido.
Acabo de terminar Maldita Roma, de Santiago Posteguillo, que me ha entretenido a morir, pero no solo eso, sino que también me ha apasionado porque es una gran novela histórica. Los políticos que aparecen en su obra, algunos filósofos y destacados juristas, como Cicerón; o grandes estrategas militares, como Pompeyo o Julio César, que tal y como los presenta y describe esta obra son personajes cultivados, de inteligencia superior y recursos retóricos muy por encima de los que estamos acostumbrados, generalmente zafios, vulgares, previsibles y torpes. He seguido con gran placer los debates políticos entre optimates (defensores de la república tradicional romana, pero desde la perspectiva del mantenimiento de los privilegios) y los populares partidarios de un mayor y equitativo reparto de los bienes (básicamente, Cicerón frente a Julio César).
He sentido un gran placer en la escucha (pulcramente leída y representada). Es una obra amena e inteligente, perfectamente creíble en el relato de los hechos históricos. Al final, en el epílogo, Posteguillo se despide hasta la siguiente entrega, la tercera, que previsiblemente será la última.
Vuelvo a mis cuitas del inicio, las de mi falta de contenido vivencial que alimenten este diario; o dicho de otro modo, hoy no tenía nada que decir porque nada había sucedido, salvo que el paseo con Mi Charlie, por la senda del río lo he dado, de principio a fin, con una nueva amiga y sus dos perros. Hemos mantenido una grata, educada y tranquila conversación, sin atropellarnos (no tengo paciencia con gente ineducada). Mi nueva amiga sabe conversar y eso es una buena noticia, por infrecuente.
La Fotografía: Escena de la película Espartaco: Craso, vencedor de los rebeldes, con la ayuda de Pompeyo y Julio César. La historia con Kubrick (Director); Kirk Douglas (productor y protagonista) y Dalton Trumbo (guionista) es una obra, ya en la historia del cine, perfectamente ilustrativa a través de una excelente ambientación y realización cinematográfica, cuidadosa y sugestiva de la Roma que describe, también, la obra de Posteguillo. Otra cosa es la película en sí, envejecida lastimosamente, pero disfrutable de principio a fin, a pesar de un exceso en la recreación de aspectos sentimentales: campos florecidos, niños tiernos dando pasos vacilantes como metáfora venturosa de la inocencia y confianza en un futuro digno y justo; y en el colmo del buenismo, una y otra vez viejitos bailando felices (solo les faltaban flores en el pelo, modelo precursor de los futuros hippies). Eran los años sesenta donde todas aquellas ingenuidades se abrían paso ilusionadamente. Aquella buena nueva, llegó, se mantuvo un rato y pasó. En tiempo real nadie sabe nada todavía y es bueno que así sea para que todo siga en marcha.

Pepe Fuentes ·