DIARIO DE LA NADA 4
“Quienes mejor mueren son los que no sabían que estaban vivos”. Manuel Vilas
Sábado, dos de marzo de dos mil veinticuatro

Hay días en que el único indicio (ni siquiera llega a la categoría de prueba fehaciente), de que estoy vivo todavía es el olor de mi propio cuerpo. Me resulta fácil conseguirlo: simplemente retraso mis visitas a la ducha y ya está.
La noche del viernes dormí mal. No sé la razón. Antes de acostarme vi la primera parte de Dune (2021), de Denis Villeneuve, de la que no sé qué pensar todavía. Estudiaré la trama porque es compleja: una especie de saga de un futuro remoto e inalcanzable. Mañana hablaré de ella porque fotos de la película hice. Cómo hago eso, sencillo, coloco la cámara en un trípode con disparador de cable. También se puede hacer conectándola al móvil y pulsando en algún sitio, pero eso era Naty quien sabía hacerlo y ella ya no anda por aquí. Una vez que todo está preparado me dispongo a ver la historia cómodamente tumbado y a fotografiar las fotos que me gusten. Es un visionado interactivo y eso me entretiene doblemente, aunque normalmente sienta pereza de montar el tinglado.
Hace unos años lo hacía con frecuencia, pero ya no porque estoy algo desganado. Quizá influya el que ahora estoy solo en mi casa desde hace dos años y medio (bueno también está Mi Charlie, cuando le toca y en estos días, le toca). Sí, por aquí solo estoy yo a tiempo completo, que me cuezo en mi propio jugo para olerme y tener la sensación de que todavía estoy vivo (eso ya lo he dicho antes).
Probablemente llegaré a ser un caso de esos que salen en los periódicos en unas breves líneas diciendo que han encontrado en su casa a alguien de edad provecta sin vida desde hacía días. Normalmente los detectan por el olor a muerto en la escalera o en el barrio como sería mi caso; por eso procuro ducharme para no alarmar a mis vecinos antes de tiempo. Ellos, no van a tener fácil la fama a mi costa porque viven al otro lado de la calle.
Creo que voy a parar ya porque me estoy poniendo aterrador sin necesidad. Pero es que eso puede pasar, ya lo creo que sí, de hecho pasa a diario en cualquier sitio.
Debo de haberme levantado de bastante mal humor para escribir como lo estoy haciendo, pero no creo porque no me noto nada raro.
Esta tarde noche espero visita, pero no se tratará de ninguna amante (ya me gustaría), sencillamente porque no tengo. Será de mi amigo Ángel para ver futbol y cenar juntos todos (también Mi Charlie).
Veremos como continua el día. Son las diez de la mañana y Mi Charlie y yo nos iremos al campo, a ver qué pasa…
La Fotografía: …Quince minutos después llegamos sin novedad. El ambiente era desapacible pero ambos íbamos cargados de buen ánimo. Como me había llevado la cámara decidimos fotografiarnos como si estuviéramos en casa, con silla y todo (la pillamos por el camino).