13 ENERO 2025

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Jadde Khaki, de Panah Panahi (2021)
Soporte de imagen
-DIGITAL 1250
Fecha de diario
2025-01-13
Referencia
10677

COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 73
“No es que sean religiosos y se fanaticen; son fanáticos y la religión es su coartada”. Nicolas Grimaldi
Domingo, doce de enero de dos mil veinticinco

Sábado, ayer, no sé. Creo que nada de particular. Movimientos relativos a intereses domésticos, lamentables, pero intranscendentes (o no).
Anoche vi una excelente película: Rebel (2022), de Adil El Arbi y Bilall Fallah. La historia y la acción se sitúa en la guerra de Siria entre el Daesh y el régimen de Bashar al-Ásad. Historia cruda, de feroz e insensata crueldad, matizada y suavizada por unos protagonistas cargados de buenas intenciones, solidaridad e inmensa y trágica mala suerte.
Gran película por su originalidad, impecable factura y contenida dosis de romanticismo (peligroso edulcurante) y todas las opciones posibles para empatizar con los que son buenos y odiar a los que son malos. El reparto de roles está perfectamente definido, pero no por eso resulta simplista, solo ayuda a clarificar quién es quién. A partir de la victoria reciente de la Yihad, pienso en los pobres sirios y sus sojuzgadas mujeres.  No hay peor maldición para un pueblo o para cualquier ser humano que estar gobernado, manipulado y oprimido por cualquier fe irracional; llámese comunismo, islamismo, catolicismo, patriotismo (o cualquier ciega creencia), o adicción al poder absoluto por quien sea; o lo más frecuente: por la imbecilidad súbita e irredenta.
“Se dice que los fanáticos de Daesh tienen conocimientos precarios del islam. La filosofía clásica ha pensado en general que la creencia era la consecuencia de un conocimiento precario, débil, como si se tratase de un tímido ante el conocimiento. Y me parece que es una equivocación… Cualquier creencia consiste en tomar una ficción, un relato, algo novelesco, por algo real. Tomar una ficción por una realidad y luego considerar la realidad como un pequeño obstáculo para la realización de un sueño…”. Nicolas Grimaldi
Cambiaré de registro, pero no de zona geográfica. Dos días antes, otra, amable y gozosa, porque a pesar de una cierta amargura en el destino de sus protagonistas (el hijo mayor se alejará y eso les causa tristeza), tenía el formato de comedia agridulce, rabiosamente divertida, con un crío de una inteligencia y sentido del humor brillante e inagotable que me hizo reír continuamente.
La película: Jaddeh Khaki (2021) guion y dirección del iraní Panah Panahi, hijo del consagrado Jafar Panahi.
Me gustan las películas e historias que proceden del medio oriente porque suelen ser poderosas, vigorosas, humanas. Es una zona geográfica en perpetuos y convulsos movimientos geopolíticos y una feroz y ciega violencia inspirada y alentada por la más pura irracionalidad, sostenida por una fe fantasiosa, peligrosa e incierta.
La Fotografía: Pantea Panahiha, fantástica mujer que encarna a la protagonista femenina, mujer y madre de la familia formada por su marido, sus dos hijos y su perrita enferma (fase terminal) en una road movie vibrante y vital a través de Irán hasta una frontera desde donde viajará el hijo mayor a Europa. Pantea, canta, baila, llora, despliega un sentido del humor abrasador y muestra un amor incondicional a su familia y a la perrita; y hace, sin saberlo, que yo me enamorara perdidamente de ella. Lástima que mi amor tan solo durara 93 minutos. Dice Jessica Kiang (crítica de Variety): “… transcurre con tanta ligereza, que es posible no darse cuenta de lo mucho que has aprendido a querer a la familia cuyo viaje has compartido, hasta que, en los créditos, empiezas a echarlos de menos”.

Pepe Fuentes ·