24 ENERO 2025

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
La chica de la fábrica de cerillas- Kaurismäki
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2025-01-24
Referencia
10659

COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 76
«Si alguna de mis películas fuese un éxito, sentiría que he fracasado». Aki Kaurismäki
Lunes, veinte de enero de dos mil veinticinco

La chica de la fábrica de cerillas (1990), fue un éxito y Kaurismäki no ha sido un fracasado nunca porque su obra es impecable y trascendente por sólida y coherente. Una de las películas que más me han gustado del repaso que di a su filmografía en diciembre. La última de la trilogía del proletariado.
Me gustó y no porque, a mi parecer, tuviera que ver con el proletariado (tan poco interesante como motivo o generador de arte), sino por una cuestión inherente a la vida y al carácter humano: la venganza.
“Sabes, siempre he deseado ver muertas a las personas que me han hecho daño y he rezado para que se murieran…”. Angélica Lidell (de la obra: El funeral de Bergman, Sept 2024).
Otra vez Kati Outinen, interpretando a Iris, la chica que trabaja en la fábrica y malvive en la pobre casa de su madre, que además tiene un novio repulsivo y maltratador.
La soledad de Iris es oscura, escalofriante por opresiva y creíble.
Tiene un trabajo alienante en una fábrica en el que no se ve nunca a nadie, solo máquinas en movimiento perpetuo. Toda una metáfora del cansancio infeliz.
Iris soporta pasivamente en un silencio resignado y sepulcral, una serie de humillaciones, crueldades y un devastador desamor por parte de todas las personas que la rodean.
Léxico del cine internacional: «Película concentrada y formalmente desarrollada en el contexto de una realidad finlandesa sombríamente dibujada, que refleja la imposibilidad de una vida plena en vista del entorno sin amor con un lenguaje cinematográfico lacónico y un humor amargo”.
Tragicomedia seca, sumaria, sin compasión ni miramientos; aunque ejemplar: quien la haga que la pague.
La Fotografía: “Detener el tiempo, repetir el instante sería para mí no tanto demorar la muerte, sino prorrogar la sorpresa de los primeros momentos de una pasión amorosa”. Alfredo Bioy Casares

Pepe Fuentes ·