6 MAYO 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
pepe fuentes (Toledo)
Soporte de imagen
-DIGITAL 50
Fecha de diario
2025-05-06
Referencia
10806

DIARIO ÍNTIMO 123.1
“Que los dioses quieran concederte lo que tu corazón anhela: un esposo, una morada y la concordia como compañía. Porque no hay nada en este mundo más sólido y precioso que el entendimiento de un hombre y una mujer que viven juntos en su casa”. Emmanuel Carrere (Ulises a Nausicaa, El reino)
Jueves, uno de mayo de dos mil veinticinco

Ayer no pasó nada digno de mención; bueno sí, algo inesperado, o no tanto… Hablé por zoom con la mujer con la que contraté un servicio de intermediación, hace ya casi un año, para encontrar novia en la edad tardía ¡qué risa!
Llamó ella, yo ya tenía olvidado el propósito.
Repasamos las causas del fracaso e, implícitamente, dar por ultimado el plan, que de hecho ya lo estaba. Para mí ella estaba libre de culpa, porque todo dependía de mi circunstancia (un perfil imposible de vender a nadie).
La conclusión es fácil de entender y es la siguiente: en mi ciudad no hay mujeres demandantes de esa necesidad (noviazgos a destiempo); las posibles candidatas habitan en Madrid, que es mucho más grande y claro, mujeres hay muchas más.
Bien, esas mujeres, según me dijo mi exagente, no quieren saber nada de provincias  (pensarán que más allá de la M-40 habitamos los bárbaros) ¡¡¡Ellas sabrán!!!
Aunque el aspecto más definitorio de la imposibilidad radica en que las sexagenarias no desean tener nada que ver con septuagenarios con la década recién estrenada, como yo, porque no quieren convertirse en cuidadoras, eso le han dicho a mi exagente.
Hacen bien ¡¡¡Ellas sabrán!!! O no.
Mejor para todos. Con prevenciones y sin ilusión mejor que nada suceda.
Vale, le dije a mi exagente, pues nada, si así son las cosas es que así tendrán que ser.
Solo me queda olvidarme del dudoso y quimérico asunto ¡¡¡Ningún problema!!!
Lo que quizá no sepan las sexagenarias, es que ahora, frente a la puerta de salida del mercado sentimental, se juegan la soledad amorosa y también todas las demás, para siempre. La regla que aplican se volverá contra ellas brutalmente antes de que quieran darse cuenta y ya no tendrán solución; como no la hay para mí. Las viejas viven los momentos más críticos de sus vidas, con poca conciencia y menos lucidez.
A mí ya me da igual porque he pasado de la vejez a la ancianidad (como un rayo), y los ancianos ya somos inservibles para los negocios sentimentales: carne caducada y en mal estado, que nadie compra. Puro desecho. Es la conclusión a la que hemos llegado mi exagente y yo. Ella fue muy delicada al confirmar el diagnóstico de mi caso porque es una mujer sensible, con estilo y recursos para tratar las cosas del deseo. De agradecer, por supuesto.
Sigo mañana porque esta derrota ¡¡¡hay tantas ahora!!! Necesita de más palabras…
La Fotografía: Tanto la fotografía de hoy, como la de mañana, están en el contexto de mi momento actual y confirman y demuestran el deterioro que provoca mi edad. Luego tienen razón ellas, las mujeres, porque empiezo a ser material de derribo (lo que me está pasando ahora, no me pasaba hace diez años). De acuerdo en todo entonces. Solo un pequeño detalle, y no menos importante, ellas están igual o peor con el título de sexagenarias, incluso recién adquirido. Luego yo también me abstengo de sus cuerpos y sobre todo de sus cabecitas.

Pepe Fuentes ·