Los viajes felices con ella…sin ella, ni viajes ni nada…
…»Y si yo
fuera un artista» dice el hombre, «haría exactamente lo mismo».
Mark Strand
Su presencia y la luz era lo único que me consolaba de un viento desapacible y de la extrañeza del mar.
Llegamos a Tinerhir y dimos una vuelta por la ciudad; pero el paisaje de los alrededores empezó a llamarnos con fuerza y enseguida nos alejamos de ella para adentrarnos por caminos que no parecían llevar a ninguna parte, pero no podíamos parar de avanzar por ellos, esperábamos encontrar algún secreto al remontar alguna pequeña elevación del terreno. Nos detuvimos aquí. Veíamos a lo lejos pequeños grupos de gente que avanzaban por senderos perdiéndose detrás de los montículos y camionetas que nos adelantaban cargadas de gentes y bultos que también se perdían. Dónde iban los caminos y las gentes ?. No nos atrevimos a alejarnos más y fotografiamos aquí, con la tormenta de fondo.
…No quiero terminar esta crónica del festín fotográfico que me di la mañana del trece de Julio, sin hablar del autor más importante para mí de los tres que gocé esa mañana, y que, obviamente, fue Harry Callahan. La razón es, sencillamente, por los múltiples ecos y resonancias que me provoca y la admiración que siento hacia su mirada y su manera de fotografiar. Su indagación en todo lo que le rodea y la forma en que sustancia su mirada en imágenes sugestivas, literarias, poéticas. Pero, sobre todo, en su longitud de onda, en su alcance, siempre misterioso, que tiene mucho que ver con una epifanía o transustanciación de lo aparentemente «real». Sentido fotográfico en estado puro. «La fotografía es una aventura así como la vida. Si un hombre desea expresarse a través de la fotografía, definitivamente tiene que comprender su relación con la vida». Harry Callahan.
Deambulamos a lo largo de 8 días por una isla del Atlántico como a nosotros nos gusta, sin demasiado orden. Dábamos vueltas y vueltas y volvíamos a empezar, de vez en cuando nos parábamos y fotografiábamos. Creo que en una isla, antes o después, enloquecería; probablemente porque el paisaje incesantemente repetido me ahogaría. Los horizontes de las islas están formados por sustancias altamente intoxicantes para los continentales. Sin embargo, hubo momentos mágicos de luz y placer, como éste.