Siempre me precede mi sombra, hasta que consiga eludirla. Por eso me gustan mucho los días nublados…
Al menos, este viaje, diseñado por personas a las que ni siquiera conocimos, estaba sirviéndonos para decidir que al volcán Etna tendríamos que volver, manejando nosotros el tiempo, como siempre hacemos. Nos entregamos al «tempo» del viaje con resignación tranquila. Las sombras estuvieron muy presentes en las fotografías de ese día que, de forma imprevista, asaltaron mi visor: se me aparecía mi sombra constantemente (a lo mejor era la consciencia de la mala conciencia, que me había pillado haciendo cosas que no me correspondían; era un extraño en esa «aventura»). Después de un rato, unas pocas fotografías improvisadas (a veces son las mejores), nos largamos de allí, prometiéndonos volver algún día.
…Por mi parte, lo que quiero es ir acabando realizando fotografías similares a las que hice cuando empecé. Sería un modo de cerrar el círculo: volver al lugar de donde vine. Sospecho que mucho de lo hecho en el camino es menor o prescindible. Pero claro, ¿qué hubiera hecho si no, durante todo este tiempo? Esto se debe parecer a la vida, no hay nada más importante que nacer y morir, lo demás es pasto del olvido (e incluso eso también). En mí no hay crecimiento, sólo un desorientado deambular, consecuencia de la triste insuficiencia que provoca el solipsismo. Aunque probablemente tampoco sea eso, porque uno es lo que es y no puede ser otra cosa sin el ineludible riesgo de dejar de Ser. Mis descreencias (las tengo de todos los tamaños, texturas y colores) me alejan de cualquier idea de predestinación, pero cuando pienso en esa posibilidad, no puedo evitar esbozar una discreta y apenas perceptible sonrisa de satisfacción y sentir, más que enunciar, algo parecido a «que os den a todos…»
…O la sombra que en la tarde se alza para recibirte… T.S. Eliot.
O se tiende a tus pies. Después de realizar varias fotografías del castillo, mejor dicho, de los muros de la torre principal, que no mostraré, al bajar del monte por un sendero estrecho pero solado, casi tapado por hierbas primaverales, me llamó la atención que en el punto que muestro en la fotografía, debajo de mi sombra (inocente, la única intencionalidad de que también estuviera ella fue circunstancial: el sol venía detrás de mí), hubiera un hundimiento que parecía mostrar una posible canalización. ¿Y qué?, me pregunté. No me tomé la molestia de responderme.
En los juegos de equipo fue aún peor; me acomplejaba mi torpeza. El problema no era tanto de pericia como de inadaptación a hacer algo con los demás. Era incapaz (y lo sigo siendo). El grado de tensión que me producía compartir el mismo objetivo con otros, anulaba cualquier movimiento sensato que pudiera hacer. En el deporte había tanta sociabilidad que a mi no me podía salir bien (al baloncesto nunca intenté jugar, lo digo por la fotografía de hoy)
5.5. Enfoque y proyección pública
Situación: lugar olvidado sin ninguna infraestructura informativa.
Diagnóstico: esta situación no nos permite incluirlo dentro del plan de acción de nuestra política recreativo-turístico-cultural.
Actuación: para hacer patente nuestra intervención, se deberá crear un centro de interpretación en las dependencias agrícolas ruinosas del entorno. Estilo: rústico, pero con elementos de diseño contemporáneo (debemos ofrecer una imagen de modernidad autóctona)
Recursos didácticos a utilizar:
Grandes paneles con planos
Grandes fotografías todo color del proceso de «rehabilitación»
Fotografías de los elementos auténticos de la época encontrados y que llevaremos a algún museo provincial
Paneles con el relato de la secuencia histórica del lugar. Se utilizarán libros antiguos, manuales y diccionarios (la finalidad debe ser únicamente pedagógica eludiendo toda veleidad poética, lírica, épica o sugestiva)
Importante: nuestro logotipo deberá ocupar un lugar destacado. Ah, y también vender algún recuerdo o baratija.
El día cinco, a propósito de lo que podría ser el contenido del diario de este mes, escribí: «Contaré mentiras, o cosas que me importen poco…». Ha sido muy distinto de lo que pensé. No puedo asegurar que todo lo escrito sea verdad, sólo puedo responder de hechos irrefutables y fáciles de verificar, como ciertas reacciones físicas o leyes de la naturaleza. Me gusta adentrarme en territorios interpretativos, y en ellos nadie puede estar seguro de nada. Yo menos. Lo que sí puedo afirmar, desdiciéndome una vez más, es que casi todo lo que he escrito este mes me importa mucho.