"Somos flechas disparadas del vientre de nuestra madre, y aterrizamos en un cementerio". Kjell Askildsen

© 2003 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2003
Localizacion
La Habana (Cuba)
Soporte de copias
ILFOBROM GALERY FB
Viraje
CLORURO DE ORO B/N
Tamaño
46,5 x 58,2 cm
Copiado máximo en soporte baritado
3
Copias disponibles
3
Año de copiado
2004
Fecha de diario
2004-11-01
Referencia
1627

Desaparecidos personajes de una obra
efímeros actores en la escena del tiempo
J.L. Panero

© 2003 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2003
Localizacion
La Habana (Cuba)
Soporte de copias
ILFOBROM GALERY FB
Viraje
CLORURO DE ORO B/N
Tamaño
46,5 x 58,2 cm
Copiado máximo en soporte baritado
3
Copias disponibles
3
Año de copiado
2004
Fecha de diario
2005-11-02
Referencia
1625

El más ingenuo se percatará, con asombro, de que no hay tristeza en el Cementerio Colón. ¿Por qué? Difícil responder. ¿Será quizá la combinación de silencio, olor y magnificencia? ¿O tal vez tendrá que ver con las parejas cuyo amor se entregan desesperadamente entre las tumbas ?.
Abilio Estévez. Inventario secreto de La Habana.

© 2011 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2011
Localizacion
París (Francia)
Copiado máximo en soporte baritado
2
Referencia
5044
© 2011 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2011
Localizacion
París (Francia)
Fecha de diario
2015-02-20
Referencia
5001

«Cuando dijo sus últimas palabras en el lecho de muerte, estaba solo». Juan Antonio Masoliver Ródenas. Me gustaría contar cuentos y decir palabras interesantes, o al menos entretenidas; sí, saber contar o escribir cuentos. También escribir y componer canciones. Y ya, en el colmo del sentido del placer más intenso, largas novelas: complejas, profundas, repletas de personajes  metafísicos, pero también románticos y reconocibles. Me gustan las historias románticas, pero con un punto de fatalidad, de imposibilidad. Soy un lloroso ser abocado a las creaciones melodramáticas. Me emociono con facilidad, infantilmente casi. Ah, y en las «pelis» suelo llorar, en muchas de ellas. También gimoteo íntimamente, asustado, cuando pienso que  estoy abocado a la muerte, cuando imagino el momento de la despedida de este mundo. En esos instantes que procuro alejar de mi cabeza me entristezco y siento pánico. Recuerdo a menudo a mi madre, cómo no acordarme de ella: herida fatalmente por un maldito cáncer, paseando por el pasillo del hospital, nos decía a Naty y a mí: -es pronto, es muy pronto para mí, ahora- (tenía sesenta y cinco años y murió cuatro meses después). Estoy harto de encontrarme con tantísimos héroes mentirosos, casi todos famosos e importantes, que cuando hablan de la muerte, todos, sin apenas excepciones dicen, haciéndose los «interesantes» que –no tienen miedo a la muerte– ¡¡¡Necios!!! Por qué se engañan de ese modo tan estúpido y encima pretenden que los demás se lo crean. Yo sí, yo sí tengo un miedo incontrolado a la muerte. Cómo no sentir un aterrador vértigo, convulsiones de pavor, si me imagino en la profunda oscuridad húmeda de una tumba, sin que el sol vuelva a salir nunca; en la más absoluta soledad, en el olvido que crecerá al mismo ritmo de la descomposición de mis carnes. Cómo soportar la idea de la inexistencia si ahora existo y siento calor, y placer, y me río, y me entristezco, y contemplo el mundo, y leo, y quiero a algunas personas (no muchas, eso sí), y disfruto del arte, y de la gente (solo a veces), y de orgasmos arrasadores que me dejan con una sensación beatífica y una sonrisa boba por no explicarme, todavía, a pesar de mi avanzada edad, que a los humanos se nos haya entregado la posibilidad del intensísimo placer del sexo. Cómo no voy a sentir pavor ante la muerte si todavía deseo y los sentidos, todos, me siguen acompañando. Me parece que soy un buen tipo, y lo soy porque estoy repleto de pasiones, sensualidad y ganas de pasarlo bien. Hay que desconfiar de los que dicen no temer a la parca, esos solo pueden ser gentes simuladoras, de oscuras, sospechosas y espurias intenciones. Y mentirosos, o lo que es peor: «tontos».    

© 2011 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2011
Localizacion
París (Francia)
Soporte de imagen
-120 ILFORD HP5 (200)
Fecha de diario
2020-03-27
Referencia
4989

BREVE DIARIO (de incierta e intermitente duración) DE UNA PANDEMIA UNIVERSAL CONTEMPORÁNEA VII
Jueves, veintiséis de marzo, a media mañana.
“Yo digo que la muerte no es tan terrible como se cree. Ha de ser como un sueño sin sueños, del cual simplemente no despertamos. Yo no la pienso llamar. Pero cuando llegue y llame a mi puerta, con gusto la abro”.  Fernando Vallejo
Hace justamente un mes, cuando las noticias sobre el maldito Coronavirus que dirige y preside nuestras vidas todavía no eran tan alarmantes y solo me preocupaba mi decaimiento, empecé un diario que llamé de “envejecimiento”, de carácter privadísimo.
A estas alturas del imparable progreso del mal imagino que, alguien con poder sobre la vida y la muerte, una especie de heraldo negro que decide quien vive y quien muere, me visita para llevarme al inhóspito último lugar (qué poderosa imagen la de la muerte de rostro cadavérico, insondable capa negra y guadaña sobre el hombro). Me pregunto si aceptaría ese trascendente momento con entereza, sobriedad y resignado fatalismo. También con tristeza porque, al fin y al cabo, creo que ha merecido la pena vivir, incluso del modo que lo he hecho.
Lo peor es saber que, en tiempos bélicos y aterrorizados, la desaparición del cuerpo es un apaño circunstancial y precipitado. Una vulgar chapuza, clandestina, sin testigos ni invitados.
El hecho de morir en tiempos de paz supone un ceremonial acorde con el tempo humano. Aunque tan solo suponga, si el muerto es alguien corriente y anónimo, que unos cuantos conocidos se reúnan un rato desganada y fastidiosamente a hablar de cualquier cosa. Sin embargo, en tiempos de Coronavirus ni eso, todo debe ser penosamente burocrático, un trámite administrativo insufriblemente prosaico…
PS. Última hora del Coronavirus en España. Los datos están mal (información de El País 27.03.2020): Antonio Durán Guardeño, catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de Sevilla, lleva todo el mes trabajando sobre este grave problema de estimación. Según las técnicas estadísticas más adecuadas que ha probado, los contagiados por coronavirus en España no son los 56.188 de las cuentas oficiales. Seguramente están más cerca del medio millón.

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Referencia
7768

"Siéntate ya a contemplar la muerte". Antonio Gamoneda.

"Prefiero al mejor de los refugios las puertas de cualquier refugio". Antonio Porchia

Perfectas celebraciones fotograficas: los cementerios…

Recuerdo de una muerte pavorosa…

"...pero frente a la muerte, nosotros, lo hombres, vivimos en una ciudad sin murallas". Epicuro

“Tal vez lo que ocurrió no deba ser comprendido, en la medida en que comprender es casi justificar”. Primo Levi