Torre del holocausto en el museo judio de Berlin: sensación sobecogedora…

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO WARMTONE BARITADO
Viraje
CLORURO ORO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2015-09-30
Referencia
2403

BERLÍN (del cuatro al nueve de agosto de dos mil quince). Foto 30
He dejado para el último día esta imagen porque me parece la más estimable de las que he realizado en Berlín, o al menos la que más sugerencias me aporta. Es la Torre del Holocausto, situada en el Museo Judío, según proyecto de Daniel Libeskind. No voy a adentrarme en la convulsa belleza del Museo; ni tampoco en la prodigiosa concepción de Libeskind; y, por supuesto, tampoco en los originales e interesantísimos montajes e interactividad que ofrece el museo, porque eso está en guías, libros, internet. Solo diré que disfruté intensa e inmensamente de ese museo. En cuanto a la fotografía de hoy, elemental por otra parte, era de realización ineludible. Curiosamente, la vi nada más entrar en el recinto pero decidí no hacerla por obvia. Solo después de permanecer un rato dentro, me dije: -bueno, la haré, es mejor hacerla que no-. Y la hice. Probablemente habrá miles y miles de fotografías muy parecidas. Pero ésta es ésta y no otra; es ésta, porque la singularidad radica en la decisión de realizarla por parte de alguien, que en este caso soy yo. Pero, el auténtico autor de la imagen es Libeskind que ha sido capaz de depositar tantísimas sensaciones del hecho de vivir en un sencillo pero complejo espacio; y sobre todo hacerlo bajo los efectos e inspiración de la inmensa tragedia que vivió el pueblo judío. Aunque ahora al espacio y la escena que componemos los visitantes se oriente al homenaje, a la memoria, a la metáfora, la imagen en sí es universal, es de ayer, pero también de hoy y de mañana y del ser humano, sin distinción de fronteras o razas. Seres perdidos en sí mismos entre fríos muros interiores y exteriores. Condenados irremisiblemente, pero de pie, siempre de pie. Aunque después de un rato saliéramos al exterior como si nada hubiera pasado, sí pasó, porque durante unos instantes fuimos actores de una representación esencial. Luego mi intuición tuvo sentido: -mejor que esta fotografía quede hecha-. Habrá miles y miles, pero ninguna será como ésta. Fin del breve viaje a Berlín.

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Fecha de diario
2015-09-19
Referencia
2380

BERLÍN (del cuatro al nueve de agosto de dos mil quince). Foto 19
Sigo sin encontrar lo que quiero mostrar de Berlín. Me resulta difícil elegir treinta imágenes entre las más de trescientas veces que pulsé el imprevisible disparador de mis dos viejas cámaras. Me resulta muy difícil encontrar el orden y sentido a la muestra, y el tiempo se me va estrechando cada día. Primero me dije que haría un guión fotográfico, algo así como una progresiva y tensa muestra de menos a más. Sí, la clásica idea de presentación, nudo y desenlace, y ese momento final con fotografías intensas e imprescindibles. Luego, los textos. Ese modo sería completamente inédito para mí, porque siempre lo hago al revés. Así que no me está saliendo ni de un modo ni de otro, por lo que tengo la sensación de que este mes será un puro galimatías, un embrollo sin rumbo ni finalidad. Pero me consuelo; a fin de cuentas es lo que pretendo con el diario, dejarme llevar por lo primero que se me ocurra, como cuando fotografío. Es mi territorio más propio y adictivo porque en él sólo decido yo…

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
CLORURO ORO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2015-09-20
Referencia
2406

BERLÍN (del cuatro al nueve de agosto de dos mil quince). Foto 20
Siento un cierto malestar si pienso en cómo encontrar sentido a mis fotografías. Precisaría una potente herramienta de exploración que podría ser una inmensa cultura filosófica sobre lo real y lo aparente. También sobre arte. Ah, y lo más importante: sensibilidad, intuición, creatividad, visión e inteligencia. De eso no tengo, pero no debo enumerar impotencias que solo me remiten a infelices culpabilidades. Masoquismo no, ahora ya no toca. Aunque fotografío sin saber y sin plan, a ciegas o por intuición, a fin de cuentas es lo que he decidido hacer para tapar mi agujero. Menos mal que a veces las fotos me salen bastante bien, pero es que es tan fácil que apenas si tiene mérito. Tampoco va de méritos la cosa. Bueno, pero me vale porque a mí al menos me gustan. Quizá, algún día consiga saber un poquito de lo que va esto de echarse a la cara una vieja cámara grande o pequeña. Me gustaría que sucediera algo como lo que dice Philip Larkin de la poesía pero aplicado a la fotografía, naturalmente: «la poesía debería comenzar con una emoción en el poeta, y acabar con esa misma emoción en el lector. El poema no es más que el instrumento de transferencia»…

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
CLORURO ORO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2015-11-17
Referencia
4003

DIGRESIÓN UNA (Epílogo). Arenas Movedizas. Henning Mankell (2015).
El otro día dije que estaba «catando» el hacer literario de ficción de Mankell. Cómo no, si me han gustado tanto sus memorias. He probado con la primera novela de la serie del investigador Kurt Wallander, de un total de once: Asesinos sin rostro (1991). La he leído en unos poquitos días por la tremenda adicción que crea el personaje y el ritmo de la narración. Cuando terminé tuve que reprimir la inercia de seguir con la siguiente y luego otra y otra. Tengo mucha lectura que me interesa atrasada. Pero quizá vuelva a Wallander, por su sencillez y su potente influjo como antihéroe. Nada de superpoderes que le adornen, solo es un individuo que lleva a cuestas sus contradicciones y dificultades para equilibrar su vida. He disfrutado mucho de la novela. Curiosamente, en ella hay un personaje secundario pero importante, compañero de Wallander, al que diagnostican cáncer veintitrés años antes de que a Mankell le ocurra exactamente lo mismo y con las mismas y escasas probabilidades que superarlo. Wallander (Mankell) se acerca al personaje respetuosa y compasivamente, pero sin involucrarse demasiado. No hay modo de entrar verdaderamente en el dialogo con la muerte que cada uno mantiene, sobre todo cuando el señalado ya la divisa, real y oscura, a lo lejos.
«El conjuro pasó por su cabeza.
-Hay un tiempo para vivir y otro para estar muerto-
¿Qué tal te va? -preguntó con cautela.
La cara de R. no era visible en la oscuridad.
-Ahora mismo no tengo dolores -contestó-. Pero mañana volverán. O pasado mañana».
Henning Mankell

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Fecha de diario
2015-12-25
Referencia
4292

DIGRESIÓN CUATRO, (conclusión). Gett: El divorcio de Viviane Amsalem, (2014). Guión y Dirección: Ronit Elkabetz, Shlomi Elkabetz. Intérpretes: Ronit Elkabetz, Simon Abkarian, Menashe Noy, Sasson Gabai.
Pues bien, la historia que cuenta la película, y que tiene visos de aplastante verosimilitud, ha hecho que me ocupe un monumental enfado por lo que intento hablar de ella sin conseguirlo del todo. Viviane Amsalem tarda cinco años en que la escuchen y aun así su victoria es pírrica. La película avanza en crescendo constante, sube y sube y no da tregua. Transitas por la historia a través de las expresiones silenciosas y reconcentradas de ambos cónyuges (espléndidas interpretaciones) y de un desordenado, por inmoral, orden anterior a la más oscura antigüedad. La pantomima del tribunal rabínico es ridícula, cómica si no fuera tan cruelmente patética e injusta. Su única función es apoyar la postura orgullosa e irracional del hombre, dar fe y organizar la función. Salvo eso, de nada sirve, porque la decisión efectiva es del marido. Es él y solo él quien decide. Ella suplica y él rechaza, niega con ademanes y palabras cerradas, tercas, sin sentido. La absoluta determinación de ambos elimina cualquier solución. Ninguno está dispuesto a renunciar y ese feroz combate de voluntades con unas reglas de juego trucadas a favor del hombre y de una trasnochada y absurda tradición hace de la película un absoluto espectáculo épico. Las miradas y gestos contenidos de ambos denotan una educación y unas experiencias vitales reprimidas hasta lo enfermizo e insoportable. Vidas desoladas, aplastadas por el peso de unos preceptos mortíferos, salvajes en su rígida tosquedad. Pero los  hermanos Elkabetz se apiadan del espectador y hacen que ella, Ronit (Viviane), estalle en una reacción plena de energía combativa y rabiosa. Al menos ella ni se rinde ni se rendirá. Respiras aliviado; no, no está vencida, todavía grita y lucha. Gran película, sin concesiones, austera y emocionante.     

Qué esperamos los visitantes de los vendedores: nada, ni siquiera los vemos (yo un poco sí)…

Manuel Alonso Reguilón. Amigo, escultor y otras muchas cosas…

"No hay alternativa: no hay arte sin vida". René Magritte

Qué esperamos los visitantes de las obras: espectáculo y diversión… (yo desde luego que sí)

La casa estudio de Manuel Alonso Reguilón, en Ciruelos…

"Había un buitre, picándome los pies…" Franz Kafka