A lo largo del viaje, vi y fotografié muchos interiores de palacios, fortalezas y templos. Fotografié en muchos de ellos con ganas, ilusionado ante la posibilidad de captar los secretos que escondían…

Fortalezas, palacios: enclaves en los que se señoreó la fuerza y el gozo de vivir. También el sufrimiento. A lo largo de siglos…

Fachadas: promesas de laberínticos pasillos, espacios, salas…ahora polvorientas, húmedas, abrumadas de vacío y silencio, pero siempre enigmáticas, siempre impregnadas de belleza…

Un espacio límpio, espiritual, tranquilo, silencioso, de propósitos indefinibles, tanto tiempo después de que fuera concebido…

Sobrias, tranquilas, pausadas en su cadencioso caminar y sobre todo, magnificas y plenas de profundo ensimismamiento en su inexplicable quietud. En India, estos animales poseen privilegios inauditos….

"...Yo, como los perros, siento la necesidad de infinito… ¡Y no puedo, no puedo satisfacer esa necesidad! Soy el hijo del hombre y de la mujer, según me han dicho. Me extraña… ¡Creía ser más!..." Isidore Ducasse, Conde de Lautréamont

Perros de la India: abstraidos, independientes, displicentes, soñolientos, supervivientes siempre…

El instinto maternal, en animales o humanos, es lo mismo, siempre lo mismo: “Los niños son los tiernos enigmas del mundo,/y en esos mismos enigmas se oculta la respuesta”. Marina Tsvietáieva

No tuve ni idea de lo que podrian pensar los monos de los templos de Galwar Bagh, mirando atentamente alrededor, a los turistas incluso… de nosotros tan solo les interesaba algo de comida inesperada…

Vacas, perros, palomas, monos y otros muchos, en todas partes. Singulares, vivos, presentes en la vida diaria, en las calles, en las ciudades, en los pueblos...