4 NOVIEMBRE 2014

© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
pepe fuentes, (Toledo, España)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO WARMTONE BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Copiado máximo en soporte baritado
2
Año de copiado
2014
Fecha de diario
2014-11-04
Referencia
6664

DIGRESIÓN CUATRO: La identidad. Milan Kundera (1997) «…nuestra única libertad consiste en elegir entre la amargura o el placer. Al ser la insignificancia nuestro destino, no debemos llevarla como una tara, sino saber disfrutar de ella». En eso estoy yo, asumiendo la insignificancia, desde siempre, e intentando disfrutar de ella; pero me temo, que nunca se consigue hasta que quizá se cierna sobre uno la lápida que sellará el cuerpo y la vida para el resto de los tiempos. Sí, me gusta y no me gusta Kundera, y no me gusta porque en la mayoría de sus historias, aparentemente, no pasa nada. Hay que avanzar por el camino que nos propone cadenciosamente, por conocido ya; pero, de pronto, sorpresivamente, aparece una gema de oro puro y luego otra y otra un poco más adelante y entonces todo se ilumina y se entiende; sí, y es en esos momentos cuando me gusta, mucho. Así es Kundera para mí. En el caso de la novela que he terminado ayer, los personajes avanzan en la niebla del reconocimiento mutuo, del amor y del desamor, de la identidad y el anonimato y entonces llegan al territorio de los sueños y los tiempos existenciales se confunden hasta el paroxismo y lo imposible. «…Por eso no le gustan los sueños: imponen una inaceptable igualdad entre las distintas épocas de una misma vida, una contemporaneidad niveladora de todo cuanto el hombre ha vivido; no tienen en cuenta el presente, negándole su posición de privilegio.» Ah, y además, en ésta, como en todas, sus sempiternos temas capitales y recurrentes y lúcidos: el amor, el tiempo, el carácter, el peso de la vida, y, por contraste, la levedad, la vejez, la muerte…lo importante: «…pensaba en la amorosa soledad de los viejos seres que han pasado a ser invisibles para los demás: triste soledad que anuncia la muerte.»

Pepe Fuentes ·