29 NOVIEMBRE 2015

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Poblado S. Román (Cáceres, España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
CLORURO DE ORO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Copiado máximo en soporte baritado
1
Año de copiado
2015
Fecha de diario
2015-11-29
Referencia
7516

DIGRESIÓN DOS. Perros de paja, John Gray. (2002). NUEVE.
Capítulo: Tal y como es.
9.1. «Decir que los seres humanos nunca podrán dominar la tecnología no significa que no puedan tener control sobre ella, sino que el grado de ese control no depende de su voluntad».
9.2. «La acción preserva un sentimiento de entidad propia que la reflexión disipa. Cuando trabajamos en el mundo, sentimos una aparente solidez. La acción nos consuela de nuestra inexistencia. No es el soñador ocioso el que huye de la realidad, sino las mujeres y los hombres prácticos los que recurren a una vida de acción para refugiarse de la insignificancia».
9.3. «El progreso desprecia la ociosidad. El trabajo necesario para liberar a la humanidad es ingente. De hecho, es ilimitado, ya que en el momento mismo en que se alcanza un determinado nivel de éxito, empieza a aflorar otro nuevo. Obviamente, no se trata más que un espejismo. Pero lo peor del progreso no es que sea una mera ilusión: lo peor es que es interminable».
9.4. «Por medio del ayuno, la concentración y la oración, los místicos se aíslan del mundo cambiante de los sentidos con el propósito de alcanzar una realidad atemporal. Muchas veces encuentran lo que buscan, pero no son más que sombras chinescas, arabescos de sus propias ansiedades, proyectados sobre una pantalla interior. Acaban como empezaron, atascados de un tiempo personal de recuerdo y arrepentimiento».
9.5. «Buscar un sentido a la vida puede resultar una terapia útil, pero no tiene nada que ver con la vida del espíritu. La vida espiritual no es una búsqueda de sentido, sino una liberación de todo significado».
9.6. «
Los demás animales no suspiran por una vida inmortal. Ya la tienen. Incluso los tigres enjaulados viven su vida sin tener apenas conciencia del tiempo. Los seres humanos no pueden alcanzar ese momento interminable. Solo pueden tomarse un respiro cuando dejan de soñar con la inmortalidad».
John Gray.    

Pepe Fuentes ·