10 MARZO 2016

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Fecha de diario
2016-03-10
Referencia
7273

DIGRESIÓN DIEZ.Noticias felices en aviones de papel. Juan Marsé, (2014). Las ilustraciones: María Hergueta; sencillas y evocadoras. Poéticas y respetuosas con la historia de Marsé. Enriquecen este bello y breve libro. La idea: brillante y poética. Los personajes: entrañables, locos, desesperadamente vivos. La señora Pauli: Hanna Pawlikowska, fumadora y generosa, vieja ya, con una infinita capacidad de amar y soñar. El loro: parlanchín, de plumaje intensamente azul con una franja verde. Bruno: un chico despierto y bueno, solitario,con pasado a pesar de sus pocos años, y con futuro (todos los chicos listos lo tienen). Ruth (la madre), mujer profundamente desorientada, sola y creyente en una vida mejor. El señor Raciocinio (el padre): hombre de mediana edad que no ha sabido conjugar la palabra -realidad- sencillamente porque no es un verbo. El Cocoliso y su hermano: chicos marginales y malhablados y enfermizos que creen en los negocios y viven mágicamente en el pasado y en un presente imaginario. Los aviones de papel: siempre con buenas noticias, pero que nunca llegan a ningún sitio, como los propios hechos que anuncian. La acción: seres que se debaten, agitan y anhelan mundos ideales y felices que no encuentran nunca. El desarrollo: fluido y en permanente tensión narrativa. El desenlace: sorprendente, misterioso y abierto a la vida y los sueños. Novela breve y maravillosa. Y triste. Y lúcida. Como no tengo foto ideal para esta bella historia, ni de aviones de papel, ni de loros, ni de bailarinas polacas de Varsovia, acompaño el texto con una cualquiera de esa ciudad, mejor que de Barcelona, donde se desarrolla el relato (por ser ciudad hostil), como rendido homenaje a esta obra; y como quizá sepa a poco, además incluyo la primera frase de la novela: «Y nunca olvides que el amor verdadero que puedas merecer de una mujer no será el que estás buscando si no el que no sabías que estabas buscando». Juan Marsé

Pepe Fuentes ·