27 AGOSTO 2018

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Fecha de diario
2018-08-27
Referencia
3728

DIGRESIÓN SIETE. Juicio a una zorra, Miguel del Arco. Teatro Pavón Kamikaze (28 de julio). Intérprete: Carmen Machi. Primero, Helena de Esparta, hasta que abandona a su marido, Menelao, rey de Esparta, llevándose el tesoro que al parecer la pertenecía. Se fuga con Paris, hijo de Príamo, rey de Troya, lo que la convierte en Helena de Troya. Todo ese monumental y regio affaire originó la mítica guerra de Troya. Carmen Machi, que encarna con inusitada fuerza a Helena, cuenta la historia, su interpretación de los hechos que cuestiona y evidencia la dudosa versión que contaron los vencedores: no solo sobre lo sucedido en la guerra, también los hechos y relaciones de su propia vida, contados hasta la manipulación y la infamia. Todo depende de las palabras, de quien las emita y el sesgo e interpretación que dé a lo que cuente. El texto de Miguel del Arco, a partir de las versiones clásicas, cuenta a Helena y al mismo tiempo ofrece una lúcida interpretación sostenida en un relato matizado, poético, fluido y creíble. La versión de la historia de Helena, contada con desgarro y verosimilitud, suena a desagravio o más bien a venganza. Carmen Machi pone voz, dramatización y expresión corporal de un modo brillantísimo al personaje, en un desbocado frenesí de autenticidad y desgarro. Invoca a los dioses, o más bien a Zeus (perfectamente intercambiable con el Dios bíblico), y también a los personajes de carne y hueso, los históricos que la hirieron cruelmente, y les pide cuentas, segura de su singularidad y de su propia verdad. Carmen está enorme o, como dice el propio del Arco, –absoluta y rotundamente divina– lo que viene a demostrar, una vez más, que sin la fuerza y autenticidad que los actores son capaces de imprimir a sus papeles, nada sería posible en teatro. Soberbia representación, con un final apoteósico. Todos los espectadores, en pie, dedicamos a Carmen/Helena una larguísima ovación, la más larga que yo recuerdo.

Pepe Fuentes ·