UN VIAJE LEJANO, nada menos que a China (46) … Algunas conclusiones de haber realizado un viaje tan lejano. Y 2: puesto en esa perspectiva de aficionado, lo primero, la elección del sitio dónde ir para fotografiar, como decía ayer, y que, en este caso, como vengo contando, ha sido China. ¿Por qué China? Por nada en especial, porque sí, quizá porque a priori era diferente a occidente (luego, descubres que no tanto). El año pasado, en India, encontré más motivos que encuadrar en mi visor que si hubiera ido a Alemania; aunque eso nunca es una opción segura, porque he realizado fotografías más interesantes para mí en Europa que en Asia. A fin de cuentas, como dijo Lao Tse: “Sin salir de la puerta se conoce el mundo. Sin mirar por la ventana se ven los caminos del cielo. Cuanto más lejos se sale, menos se aprende”. Tenía razón, pero yo, para fotografiar, o voy a algún sitio, o no tendría fotos; o sí, pero menos. Sí, porque fotográficamente siempre busco que las formas (como flaneur) me sorprendan y pueda proyectarme en ellas y con ellas. El hecho de haber ido hasta allí ha estado motivado por la expectativa de que la lejanía cultural me complete y sorprenda. China no ha defraudado mis propósitos, aunque me sienta algo decepcionado. La única razón de las carencias ha radicado en mí, porque a las imágenes obtenidas allí les ha faltado sutileza e inspiración, me parece. Sensibilidad también, probablemente. Me cuesta asumir, después de tantos años, que determinados valores y virtudes no aparezcan casi automáticamente. La razón quizá estribe en que me estoy haciendo viejo, que no sabio, y eso sea causa de falta de aliento y frescura. No sé. Mejor concluyo aquí.
24 NOVIEMBRE 2018
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