3 NOVIEMBRE 2019

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Rio Usumascinta (México)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD DELTA 3200 (800)
Fecha de diario
2019-11-03
Referencia
9600

TEMA DOS: Brujos, magos y hechiceros del Amazonas, por el aventurero y periodista Juan José Revenga.  El ponente, un hombre de apariencia normal, frisando los sesenta, ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco, ni guapo ni feo, me cayó bastante mejor que el anterior. El recado que nos trajo, así como su manera de situarse ante las cosas que había hecho en su vida, y su forma de contarlo, todo en conjunto, posibilitó que me resultara fácil empatizar con él. Al parecer, este buen hombre lleva viajando por el mundo y, especialmente, a lugares extremos, selvas sobre todo, toda su vida. Ha vivido experiencias únicas en África o en la selva del Amazonas: días y días, o meses, navegando por ríos a la búsqueda de chamanes que aún practican la curación con pócimas de hierbas que solo existen en el corazón de la selva. Dijo: si te atreves a experimentar con esos sagrados bebedizos, entras en un trance que puede llevarte a la muerte o a algún tipo de salvación. Después de haber experimentado con esas pócimas, si has culminado bien, te sientes renacido y, desde luego, percibes una mejor omnicomprensión del mundo y del género humano. Al parecer, te hacen mejor persona. No lo dudo, él parecía un buen tipo. Algunos de los casos de actividad chamánica que contó e ilustró con imágenes eran escalofriantes, como por ejemplo: curaciones a través de una gallina o de un quy (cobaya peruana, muy rica de comer). Intervenían un equipo de chamanes que daban a los pacientes sus bebedizos, al mismo tiempo que realizaban un ritual a base de danzas y quema de sustancias que desprendían un espeso humo. Gracias a esa liturgia los males pasaban de la persona enferma al animal. El paciente se curaba, el animal moría corroído por la enfermedad. Nos mostró videos de ese proceso. Impresionaba. Pero no solo fue esa la causa de la empatía que tuve con Revenga sino que, como hace muy poco tiempo tuvimos la oportunidad de viajar un rato en una lancha por el río Usumascinta (frontera entre México y Guatemala) y me pareció apasionante, hacerlo durante días o meses, como ha experimentado Revenga, sería una vivencia increíble y me entusiasmaría hasta la exaltación todo el tiempo que durara el viaje. Una buena presentación. El misterio se hizo casi palpable…

Pepe Fuentes ·