24 SEPTIEMBRE 2020

© 2020 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2020
Localizacion
TV. Película Lola, de Rainer Werner Fassbinder
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2020-09-24
Referencia
8974

DIGRESIÓN DIECISÉIS.  Lola. Alemania (1981). Guion: Rainer Werner Fassbinder, Peter Märthesheimer, Pea Fröhlich. Dirección: Rainer Werner Fassbinder. Música: Peer Raben. Fotografía: Xaver Schwarzenberger. Intérpretes: Bárbara Sukowa, Armin Mueller-Sthal, Mario Adorf Fuchs, Helga Feddersen, Karin Baal, Ivan Desney, Hark Bohm.
Después de Berlín Alexanderplatz, Lola. El mismo ambiente espeso y fatal. Lola ejerce de prostituta preferida de un constructor mafioso, y actúa en un cabaret que es un prostíbulo de lujo. En ese escenario arquetípico de la enrarecida noche en una ciudad de posguerra alemana en la que hay que reconstruir el tejido urbano y social (podría ser cualquiera), se mueven los personajes, también arquetípicos: el alcalde; el mafioso extrovertido y estruendosamente feliz; el jefe de policía; la esposa del constructor corrupto, de costumbres y aspiraciones burguesas pero de alma envenenada y venenosa; las putas, reinas de la noche; el funcionario intachable con voluntad de hierro hasta que es tentado por los mórbidos e irresistibles encantos de Lola; y ella, la reina de las mujeres de la noche, Lola, de fuerza volcánica e intenciones fatales, capaz de seducir a cualquiera. Con todos esos elementos y un talento singular e irrepetible, Fassbinder dirige una función de concepción y estructura muy teatral, en la que todas las piezas encajan con exactitud y a tiempo para mostrar la naturaleza y debilidades y grandezas humanas. Pero no es una representación amarga y desesperanzada, por fatídica y corrompida, que podría haberlo sido, sin duda, y no lo es porque es sensual, vital, hedonista. Todo el mundo se divierte y enfrenta el futuro con franco optimismo. Las noches de cabaret son gloriosas, todo es lujo y frivolidad sin otras pretensiones que las de divertirse sensualmente (quizá la más auténtica manera de divertirse). Todo encaja en un orden pequeño burgués previsible, pero con una puesta en escena brillante. Maria Sukowa, grandiosa en todo momento, interpreta unos tórridos números de cabaret que homenajean a ‘El ángel azul’ de Josef von Sternberg. Espléndida película crepuscular de Fassbinder, que ya parece haber agotado su repertorio (murió el año siguiente), y eso me hace pensar que hay vidas y trayectorias artísticas que se desenvuelven con una lógica que está por encima de los propios protagonistas y que, irremisiblemente, todo sucede a tiempo, en el momento justo. Pero lo que acabo de escribir me inquieta porque apesta a algo así como a una divina providencia en la que no creo en absoluto; o a la inevitable auto realización de los destinos humanos, en la que quiero creer, aunque no termino de conseguirlo.

Pepe Fuentes ·