COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS
OCHO: La felicidad y la imperiosa necesidad de crear
Es el instante justo, aquel en el que una imagen, una forma, un párrafo, una idea que no habías oído nunca se te viene encima, te invade y se expande dentro de ti; florece y alcanza la forma, la justa expresión que se acopla con virtuosa exactitud a tu alma, a tu espíritu, a tu inteligencia, a tu voluntad. Ese momento único es absoluta y radicalmente feliz. Nada hay comparable a esa enajenación y plenitud. Quien lo haya vivido y sentido lo sabe. Una vez que lo has experimentado ya no puedes renunciar nunca a esa epifanía sobrenatural, a ese sentido último de todas las cosas. Te acompaña hasta el último aliento, a no ser que mueras en vida por razones ajenas a tu naturaleza. Es el motivo por el que los creadores lo serán siempre porque para ellos es inherente al hecho de estar vivos, tan natural y necesario como respirar. Actos de naturaleza personal e intransferible que no se parecerá a los de nadie. Es una disposición que poco tiene que ver con la inteligencia, con la representación y aceptación social, con el éxito o el fracaso, con la cultura, y, por supuesto, con lo conveniente o lo contrario. Tampoco con la mayor o menor habilidad técnica, sea de la disciplina que sea. Está más allá de todo. O lo eres o no, y si no, pues No. Los creadores auténticos no se retiran nunca, no está en su ADN, son inasequibles a la frustración, e incluso al éxito, que puede estropearlo todo. Crear algo que desconoces si ha sido hecho antes es la quintaesencia de la emoción y el sentido de la vida. Es la omnipotencia que llena de sentido el vértigo del vacío que también habita en cada uno de nosotros la mayor parte del tiempo. La iluminación creativa hace que podamos zurcir la vida y convertirla en vivible.
Ya está, es lo que tenía que decir sobre el hecho y destino de la creación, ahora, a las diecisiete cuarenta y ocho del domingo veintidós de agosto. En este preciso instante, no podría decir más al respecto, aunque me esforzara.
La Fotografía: Sin explicación, es un propósito creativo y como tal dice por sí mismo. Lo de menos es que alguien piense que lo es o no lo es. La única verdad es que para mí lo es porque he vibrado componiendo y realizando esta imagen, así que mejor que carezca de valor para todo el mundo, así será única y enteramente mía.