30 AGOSTO 2021

© 2021 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2021
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL (100)
Fecha de diario
2021-08-30
Referencia
9996

EL MAPA DE LOS DÍAS

77. MIÉRCOLES (25 de agosto de 2021)
Últimamente Charlie está teniendo problemas ocasionados por el mundo exterior, y por añadidura nosotros, Naty y yo. El otro día, los cazadores que le asustaron hasta el pánico, y hoy dos perros incontrolados que le atacaron ferozmente, antes de que a mí me diera tiempo a hacer algo por él. Caminábamos por una senda de paseo en un pinar próximo a nuestro barrio, cuando dos perros, uno minúsculo y otro grande cayeron sobre mi pacífico perrito dispuestos a destrozarle. Sus dueños, a distancia, tampoco acudieron a controlarlos con la rapidez que la situación requería. Les grité que controlaran a sus perros. Continuamos caminando, una vez que ahuyenté a las fieras, sin que me percatarme, bastante más adelante, que a Charlie le habían hecho daño.
En casa, curación de urgencia de la profunda dentellada en la parte alta de la pata trasera. Después clínica veterinaria, tratamiento: antibiótico y calmantes.
No me pudo indignar más el estúpido y absurdo ataque a Charlie, que jamás se muestra agresivo con ningún otro perro.
La madrugada del día siguiente me fui a buscar a los dueños de los perros, que siempre caminan juntos por la zona. Los localicé enseguida y los increpé duramente (creo que a gritos), exigiéndoles que debían controlar a sus animales dado que son salvajemente agresivos (se dice que los perros son un reflejo de sus dueños y puede que sea cierto). Les aseguré que si volvía a pasar algo parecido tomaría medidas drásticas, porque no podía consentir que dañaran a mi perro sin motivo ni razón. Si Charlie Brown fuera agresivo habría tomado medidas para que no dañara a nadie, persona o animal. Es elemental y absolutamente necesario, en ámbitos compartidos con los demás, comportarse con consideración, respeto y responsabilidad.
A mí monumental enfado, el dueño del perro grande y poderoso que mordió a Charlie, se allanó y me pidió disculpas varias veces. El del perro chico, tan agresivo o más que el grande, intentaba justificar a su perro, quitando importancia al hecho. En el colmo de la idiotez acobardada por mi parte, últimamente, he evitado ir a ese pinar por no encontrarme con esas fieras y que Charlie corriera peligro, lo que es de una estupidez por mi parte muy difícil de entender y menos asumir, dado que, supone que unos perros macarras y por extensión los dueños, nos echen de un espacio público. Inconcebible e inaceptable.
La Fotografía: Mi buen perrito herido y dolorido.

Pepe Fuentes ·