8 DICIEMBRE 2021

© 2021 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2021
Localizacion
TV: Documental, Mi querida España
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2021-12-08
Referencia
3544

DIGRESIÓN UNA. Mi querida España. (2015). Directora:  Mercedes Moncada Rodríguez. Intervinientes: Jesús Quintero, Felipe González, Jose María Aznar, Jesús Gil, Mario Conde y otros muchos…
En los años ochenta, periodo estelar de El Loco de la Colina, no le hice mucho caso, después tampoco (nunca vi uno de sus programas entero). Sabía de su existencia y siempre me llamó poderosamente la atención su estilo, tan propio e inimitable. Me parecía bueno en lo suyo, pero superficialmente porque nunca encontré tiempo para él. Por algo sería. Quizá porque intuía en él algo de impostura, tributo y concesión al espectáculo facilón. De hecho, por su plató solo pasaban fantasmones, desde González, el presidente socialista espectáculo (luego, con el tiempo, se ha comprobado que los socialistas son, ante todo, gente de la farándula y poco más) hasta grandes y horteras delincuentes, como Gil y Conde. Y grandes cutres como El cojo manteca, el fundador de los guerrilleros de Cristo Rey, o un tal Ynestrillas, huérfano por culpa de la maldita ETA, justamente airado y gente así. Ah, se me olvida, y el inefable Aznar, varias veces apareció con su pátina de poseedor de alguna verdad, su infame bigote y su caspa y todo. En fin, mucha puesta en escena, en algunos casos brillante plásticamente con escenarios ricamente decorados y atrezos pertinentes (teléfonos y máquinas de escribir viejos y cosas así). No se puede olvidar su teatral modo de conjugar silencios y miradas penetrantes. Fue el inventor de ese estilo, pretendidamente profundo e intelectualmente incitante, como si todo fuera verdad, pero casi nada lo era. En serio habría sido intragable, como una sesión de psicoanálisis de un soso. Sí, esa fue su gran virtud, no la verdad a la que parecía invocar todo el tiempo para que compareciera y que no solía hacerlo nunca; sino a crear espectáculo, porque a fin de cuentas se trataba de eso (radio y televisión para prime time, no era ni puede ser otra cosa) lúcidamente, siempre lo tuvo claro El Loco, me parece.
Si alguien leyera esta entrada podría suponer que El Loco me parece un personaje denostable, pero no, ni mucho menos; creo que fue un hombre original, creativo a más no poder, dentro de las limitaciones del género en el que se movió.  Creo que fue valiente y un precursor (tiene imitadores que no han llegado tan lejos como él). Tampoco puedo obviar la estética de su imagen, casi siempre interesante. Me gustaba mucho su vestuario. Lo que no sé, y no voy a investigar para enterarme, es si él mismo se tomaba en serio. Espero que No, porque me parecía un hombre lo suficientemente perspicaz e inteligente para que no se creyera del todo su montaje, con su cohorte de histriónicos y anormales personajes.
En cuanto a la realización del documental, es estimable en cuanto a la mezcla de entrevistados (tan cutres algunos) y bien guionada la sucesión de escenas, entrevistas y momentos, así como el tempo de cada una de las intervenciones, salvo porque abusa de los dos presidentes que intervienen pesadamente. Negativamente, hay momentos especialmente tontos y pretendidamente simbólicos, como un tipo con pesada armadura que camina torpemente por un campo. Hay otros también, supuestamente “creativos” y también prescindibles. Y luego, el metraje, largo, largo innecesariamente, con esos insertos de coplas o coplillas gaditanas de carnaval, tan populares e insufribles. Sin embargo, hay unos planos, para mí impagables, del propio Loco vestido de moderno de los ochenta, con sombrero de copa, mezclado con gentes que presencian puestas en escena carnavaleras, o bien caminando elegante y apresuradamente con un bastón, como escapando de todo, o tal vez de su pasado y de sí mismo. Esos planos secuencia, me parecieron lo mejor de todo.

Pepe Fuentes ·