LOS MICROVIAJES: Madrid (3)
(domingo, diecisiete de julio de 2022)
… Fuimos puntuales (no teníamos otra cosa qué hacer en esa infernal tarde de calor). Visitamos la magnífica exposición de Alex Katz (activo, 95 años), artista del que conocía algunas imágenes perdidas en mi mala memoria. Está catalogado como artista Pop, precursor incluso en los años sesenta, pero a mí no me lo parece del todo si utilizo a la obra de Warhol como la piedra roseta de esta tendencia (y la utilizo, para mí el pop art es igual a Andy Warhol y viceversa). Es mi opinión, naturalmente cuestionable. Katz, me parece otra cosa, que no me atrevo a catalogar y que me encanta, porque trata y representa a sus personajes como una tremenda frialdad y distancia, arquetipos que no despiertan simpatía ni emoción, tan solo son partes de un catálogo humano, remitidos a un contexto cultural y una época hacia la que solo se puede dedicar una mirada de entomólogo aséptico y frío como el hielo. Me gusta mucho ese presupuesto ético-estético. Aunque, en cierto modo, su pintura sí está próxima a las señas de identidad warholianas: “La razón por la que pinto de este modo es porque quiero ser una máquina”. Andy Warhol.
Sus personajes son como prototipos neutros, androides de una emergente modernidad, ya remota. A mí, fotográficamente, me gustaría hacer las cosas así…
La Fotografía: Dos de las salas donde se desplegaba la exposición: Sus grandes formatos representaban figuras sobre fondos neutros, que emanaban, iluminados por una luz fría, soledad, aislamiento e irrealidad. Gozosa e inquietante exposición.