DIARIO DE REVELADO
TREINTA Y OCHO, del doce de Julio de dos mil veintidós (y 3)
… Me gustaría dejar constancia de mis leves impresiones sobre los autores a los que sigo de un modo singular:
Los italianos Vito Lopeluso y Daniela Casale:
Vito es un fotógrafo extraordinariamente intenso, con iluminaciones de fuerte contraste (muchas de ellas nocturnas), y una gama de tonos que dejan traslucir un espíritu siempre palpitante que busca un sentido de la vida a través del riesgo y el peligro, aunque a veces, también, se deje llevar por una cierta ternura diurna. Sus fotografías denotan una permanente tensión creativa que sustancia furiosamente, algo así como si dijera que la vida no admite demasiadas bromas, qué va en serio. Por el contrario, Daniela, me sugiere una mujer de mirada amplia, siempre sutil, siempre certera, siempre intensa y que siempre denota que mantiene los ojos muy abiertos hacia todo lo que la rodea, para que nada se le escape. Grande, Daniela, siempre simpática, participativa, atenta y una enorme observadora de las obras ajenas. Me gusta mucho la manera de estar y ser de Daniela.
Dice Instagram que sigo a 2000 personas y que a mí me siguen la mitad. Ni una cosa ni otra son ciertas. A mí me siguen y yo sigo, verdadera y conscientemente, a muy pocas (no más de treinta o cuarenta a lo sumo).
Citaré a algunos más, sin entrar a analizar su obra porque si no, no haría otra cosa en lo que resta de año:
Natyra, que ya no publica, pero me encantaba; Manolo Elegido, un maestro de la sutil, esencial y poética mirada; Jorge Rivas (fue amigo hace muchos años), de auténtica vocación flâneurista; dos2amigos; Pepe Molero; Mariano Tornel; voyageurphotos; Stephane Vandini; doris.plante; suleymandeger; jinesjra gagana; adri_berger_photographer y muchos más (no puedo mencionar a todos). Además, está mi gran amiga Carmen Vega, que me sigue fielmente, pero que no suele publicar (no es fotógrafa, es violinista).
Me merece una mención especial una autora sumamente interesante: artephotto (María Z), mujer atractiva que está publicando una obra plenamente de mi gusto, pero no solo por su indudable calidad e interés, sino, además, porque su enfoque tiene muchos aspectos comunes con mi propia manera de entender la expresión fotográfica: una proyección de la manera de estar y ser en la vida y en el mundo a través de lo que se fotografía. Ella acompaña sus fotos de reflexiones filosóficas, poéticas y enigmáticas; intensas y auténticas. También, a través de sus publicaciones (generalmente autorretratos o performances con ella de protagonista; pero no tanto como gestos autocomplacientes, sino más bien como parte de una teatralización necesaria, me parece) ofrece matices confesionales o autobiográficos. Por si fuera poco, este despliegue creativo, también presenta “historias” imágenes con banda sonora de canciones con letras originales sutilmente referenciales a sus experiencias vivenciales y estéticas. Ni que decir tiene que, a pesar de su fe en los aspectos “positivos” del hecho de vivir (es muy joven), que yo no entiendo muy bien; me gusta mucho su estilo y su manera de hacer.
La Fotografía: Feria de Arte Contemporáneo de Madrid. Arco 2022 (y 3)