DIARIO ÍNTIMO 31
Sábado, dieciséis de Julio de dos mil veintidós
AJUSTANDO CUENTAS (conmigo mismo y con el pasado)
EL PRESENTE… Lo que se me ha ocurrido es propiciar un acercamiento con aquella mujer tan lejana y restablecer el diálogo truncado, y quizá explicarme, cosa que no hice entonces. Sí, ya sé, es una imprudencia demencial, pero esa posibilidad se ha instalado en mi deseo y no me resisto al hecho de intentarlo (soy muy vulnerable a mis propios deseos). Renunciar por miedo o sensatez me lo tomaría muy a mal, me costaría justificarlo y perdonármelo. La parte buena de ser tan viejo ya es que puedes permitirte casi todo. Mirándolo con precisión quirúrgica, se pueden hacer una infinidad de cosas que no hacemos por puro miedo ¿a qué? a nada en especial, salvo a poner en evidencia nuestra impotente inepcia.
A lo largo de todo este tiempo no solo no he sabido nada de esta mujer, sino que, además, nunca la he vuelto a ver, nunca nos hemos encontrado en la calle ni en ningún otro lugar. Ni siquiera sé el aspecto físico que tendrá ahora; y, por supuesto, cuáles son sus circunstancias personales actuales: pareja, hijos e incluso nietos (tiempo ha tenido).
Tan solo he conseguido averiguar que se licenció en derecho y el sitio donde trabaja, pero, por supuesto, no dónde vive.
Mi plan es muy sencillo a la vez que de alto riesgo por improcedente: realizar una llamada telefónica y ver qué pasa (puede que, además de no entender mi gesto me mande a la mierda por profanar memorias dolientes y, tal vez, también, por mentecato) …
La Fotografía: Otra mujer que emerge de la edición de Arco de 2015. Tiene un aspecto de opulencia que no tuvieron mis mujeres de finales de los ochenta; pero eso ahora da igual, porque, además, me gustaban más ellas. En realidad, esta imagen, tan solo tiene valor fotográfico y viene a simbolizar la importancia que siempre han tenido para mí las mujeres. Ahora estoy deconstruyendo esa querencia y así hasta llegar a la pura misoginia, mi próxima e ineludible parada, que culminaré con más resignación que complacencia, me temo.