28 SEPTIEMBRE 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 2000
Fecha de diario
2022-09-28
Referencia
4978

COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS

DIECINUEVE: Sobre filosofía epicúrea, de la que tampoco sé, pero que tanto me dice, en su vertiente atomista y pragmática, o más que eso, en la medida que se aleja del idealismo, proyectado ideológicamente, o tal vez teológicamente, hacia el catolicismo, o mejor, hacia las religiones del libro. El epicureísmo podría, si lo observamos superficialmente, confundirse con las raíces cristianas, pero hay aspectos que lo diferencian claramente, como que uno se remite a esencias naturales propias de los seres vivos, mientras que el otro recurre a la divinidad y lo indemostrable, aparte de incorporar la culpa como eje de su filosofía. Sí ya sé, estoy siendo muy reduccionista y hasta simplista, pero es que este es mi diario y yo no soy filósofo.  
“Epicuro diferencia, en efecto, los deseos naturales y necesarios, comunes a los animales y a los hombres que, si no se satisfacen, conllevan la muerte -el hambre y la sed-; los deseos naturales y no necesarios, la sexualidad por ejemplo, igualmente común a los hombres y a los animales, pero que, si no se satisfacen, no morimos; y los deseos naturales y no necesarios, propios de los hombres: el deseo de tener, de poseer, de coleccionar honores, de acumular bienes, riquezas, posesiones, de tener una reputación. La felicidad está únicamente, por lo tanto, en la satisfacción de los deseos naturales y necesarios- recordémoslos: beber para atajar la sed, comer para saciar el hambre-. No hay nada más ascético… Un monje podría aceptar esa dietética de los deseos. Hasta aquí la moral epicúrea… Sin embargo, el cristianismo es un pensamiento idealista. Se comprende porque la obra completa de Platón y la de Aristóteles, compatibles con esta religión, han llegado casi por entero hasta nosotros y que hayan sido debidamente copiadas por monjes a lo largo de los siglos… La de Epicuro, en cambio, que había escrito más de trescientos libros -según nos dice Diógenes Laercio-, ha sido casi destruida…”.
Michel Onfray
La Fotografía:
Mujeres católicas, serias, concentradas, manifestando pública y ostensiblemente su fe. Fideístas sin tacha ni sombras de duda, parecen extremadamente convencidas del sentido de sus creencias. Me pregunto si estas mujeres han llegado a su fe a partir de los fundamentos de su sistema de valores, morales y religiosos; después de haber analizado rigurosamente el origen filosófico de su elección. No, no creo que hayan hecho un estudio comparado de todas las opciones posibles. Esto va de fe (venda en los ojos), contexto cultural y tradición, y ya está.

Pepe Fuentes ·