EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 18
Comencé con el Diario íntimo, conmemorando el día que se materializó la separación entre Naty y yo, hace un año ya.
Ha habido seis entradas más en este capítulo; dos donde me he despedido de una mujer virtual, de una relación intensa y corta. También absurda en todos los sentidos imaginables y no precisamente por mi culpa.
En las cuatro restantes ha predominado mi No relación con las mujeres y como, poco a poco, voy deslizándome hacia un indeseable pero ineludible alejamiento de ellas ¡¡¡qué gran pérdida!!!
Quisiera seguir amando a las mujeres, como he hecho siempre, pero me lo están poniendo imposible.
Una de esas entradas, tan solo una, celebré lo estupendamente que me sentía. El día siguiente se me pasó.
El apartado más numeroso en entradas ha sido: Los Microviajes, con uno de ellos a un museo en Madrid (seis días),
y el otro, con cuatro entradas a una visita al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Las mismas entradas ha tenido el capítulo de Los Días, con diez también.
Como siempre este apartado ha tratado de mi caminar por los alrededores de mi entorno, tanto físico como interior.
Incluso de supuestas especulaciones literarias o existenciales, sí, también esas.
Un día dedicado a la Colección de Misceláneas, es decir, el cajón de sastre donde van a parar los días erráticos, nómadas.
Por último, un día dedicado a un apartado muy desatendido últimamente: Diario de revelado.
La Fotografía: Sinfonía de colores del amanecer, un día cualquiera. Ya hablé de este experimento, tan simple por otra parte, en el diario de ayer.