31 OCTUBRE 2022

EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 19
El viaje al Sudoeste duró una semana y en contarlo dieciocho días (tres entradas por casi todos los días).
Creo que todo ha quedado bien. También el viaje resultó magnífico.
He contado muchos viajes en este diario; hasta los Microviajes de un día cuento.
Si no lo hiciera, todas esas experiencias caerían en el pozo del olvido. Sí, se puede fotografiar (lleva menos tiempo), pero si no añado palabras, tendría que fiarlo todo a la memoria. No me fio de ella; así que mejor escribir, además de fotografiar.
Cuatro entradas dedicadas a Colección de Misceláneas, dos cinematográficas y dos literarias (sustituyen a las antiguas Digresiones).
Un día dedicado a la carta de felicitación de cumpleaños a Lucía Mae, como todos los años. Al menos, aunque no nos veamos, que tanto a ella como a mí nos queden estas cartas para el recuerdo.
Los Días, este mes, tan solo ha tenido una entrada en la que cuento la decisión de realizar otro viaje de una semana, que hice, por supuesto. Lo contaré el mes que viene.
Por último, he iniciado un nuevo capítulo: Adentrándome en las tinieblas, al que he dedicado seis entradas, con autorretratos en un escenario que me es propio y propicio: espacio abierto, decadencia, ruinas y el paso del tiempo palpitando en cada partícula de aire, en cada piedra y en cada textura. Y yo, claro, metafóricamente en plena sintonía tanto con el lugar como con la tarde tormentosa en la que realicé la toma. He revelado dando un matiz diferente para cada una de las entradas fotográficas en relación con el contenido de los textos.
En cuanto al enfoque “filosófico” que tendrá este capítulo será, en principió , como su título “dice”, ir relatando y reflexionando sobre la experiencia de la bajada a los infiernos de la provecta edad. Confío que no me duela demasiado.  
La Fotografía: –Todo es posible- dice la máxima escrita con fe y determinación en la pared de una habitación de una casa en un pueblo de Extremadura. Objetivamente no me lo creo. Subjetivamente, tampoco. Ni de ningún otro modo posible. Sí, puede haber cosas posibles, las fáciles, sobre todo; pero ninguna difícil o imposible lo es. Bien es verdad que buena parte de los propósitos fallidos, tal vez no lo  serían aplicando fe, valor, inquebrantable voluntad de triunfo y, sobre todo, inteligencia y talento. Sí, supongo que es mejor vivir con un alto espíritu de logro, entusiasmo y fe en uno mismo, pero me parece mucho más viable aspirar a lo posible que a lo imposible, y entonces todo puede que sea posible. No sé.
Ah, y la composición performativa de quien concibió la creación, tremendamente kitsch (valoración que en este caso no supone demérito alguno), intenta una aportación de la mejor disposición, tan positiva, no solo por la superación de lo imposible, sino, además, ilustrarlo con jaulas vacías y pájaros volando, de significación simbólica, aunque algo ingenua, la verdad.