LOS DÍAS (36)
Domingo, uno de octubre de dos mil veintidós
La semana que había pasado con Mi Charlie, aparte del trabajo diario (mañana y tarde), de selección de fotografías, revelado y escritura de textos descriptivos del viaje que había efectuado la semana anterior, al Sudoeste, no me había proporcionado ninguna excitación en especial. Sí, porque lo emocionante y cambiante ya había sucedido, justamente durante el tiempo que duró la road movie; después, tan solo, la ordenación de la información es tan solo burocracia.
Hoy, domingo, cuando salí de mi casa por la mañana a pasear, no tenía ninguna idea en la cabeza. A medida que avanzaba, me dije: -si la semana anterior fue intensa, por qué no haces lo mismo la que empieza mañana- Sí, eso me pregunté, y me respondí: –claro, nada, nada en absoluto te lo impide; pues hazlo, tío-. Volví a mi casa excitado con la idea; sí, no soportaba la idea de una semana por delante viviendo como todas las que me esperaban a lo largo del largo invierno: planas.
Me lancé a rematar algunos días de diario de los próximos días y a preparar un itinerario posible, que terminaría el lunes, el dos de octubre y el tres, martes, por la mañana saldría a viajar durante siete días, con el mismo formato que el anterior.
Sobre la marcha, decidí que, si la semana pasada había sido al Sudoeste, el siguiente sería al Noreste, por mantener una línea diagonal justamente en dirección contraria. Bueno, por esa razón, tan “creativa” y porque me interesaban muchos enclaves que se encontraban en esa zona, siempre bordeando la frontera y sin traspasarla, por supuesto (países de catalanes y vascos).
Pasé el resto del día trabajando febrilmente, posibilidad que ni siquiera se me había ocurrido a las ocho de la mañana. La idea del viaje es siempre excitante y magnífica. Vital.
La Fotografía: El visitante mira hacia un escenario de su interés, vivamente interesado en lo que ve; detrás su realidad inmediata y cotidiana, que si bien no es diversa en escenarios, si lo es en cuanto a libertad y absoluta disponibilidad vivencial.