DIARIO DE VIAJE: Al Noreste
Día 6.1 Domingo (09.10.2022)
… El sexto día de viaje, prácticamente el último. Me levanté a las ocho. Desayuné en el Hostal: tostada con aceite, tomate y jamón, zumo de naranja y café con leche (yo, hasta de viaje soy capaz de mantener rutinas y hasta manías). Salí a las nueve en dirección a Berlanga de Duero y llegué media hora después. Primero me dirigí al Castillo, la construcción más llamativa del pueblo, noble también, como tantos otros en estas tierras. No abrían a los turistas hasta las diez. Volví al pueblo y me dirigí a la Colegiata de Santa María del Mercado. Construida de nueva planta, promovida por los señores de Berlanga: Iñigo Fernández de Velasco (Condestable de Castilla), casado con la duquesa María de Tovar, e inaugurada en 1530 (tres años después de la muerte de su promotor). Tardogótica y renacentista cuenta con tres naves que recorrí admirado, no solo por su belleza y espectacular arquitectura, sino también por el ambiente polvoriento y la luz que penetraba por vitrales y rosetones situados por encima de las capillas laterales. Era uno de esos templos en los que además de la estructura y el arte sacro que contengan, tienen un poso de tiempo que se percibe, que se respira, que te penetra. Vi que deambulaba por el templo un hombre maduro, el que me había vendido la entrada, y como me sentía encantado con lo que veía, me acerqué a él y provoqué una conversación que resultó interesantísima ya que, natural del pueblo, llevaba toda su vida cerca de los hechos de la Colegiata; estaba documentadísimo sobre todos los avatares históricos del templo. Por si fuera poco, era hombre de exquisita educación, cultura y amenísima charla. Le agradecí mucho la disertación histórica que pareció que me regalaba con gusto…
La Fotografía: Algunas zonas y rincones parecía que se encontraban en estado de semiabandono, polvorientas, lo cual añadía carácter y melancólica textura.