3 DICIEMBRE 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
pepe fuentes (Toledo)
Soporte de imagen
DIGITAL 50
Fecha de diario
2022-12-03
Referencia
7640

LOS DÍAS 40.1 (el día empezó en un charco y acabó en una gran casa, la de mi querido y eterno amigo Ángel)
Miércoles, dieciséis de noviembre de dos mil veintidós

Salí a caminar a las nueve y media (sin Mi Charlie). Mi audible había cambiado a Montevideo, de Vila Matas. Fue un autor de mi absoluta predilección, leía todo lo que publicaba, religiosamente casi. Ahora, unas veces sí, y otras no. Mi gusto por su manera de escribir y su mundo expresivo, tan metaliterario, se parece demasiado a lo que a mí me gustaría narrar; pero como no puedo hacerlo, ni de lejos, me canso de mi impotencia, y últimamente le desoigo. En uno de los capítulos de esta última obra dice: “… confirmaba lo mucho que puede desfigurarnos la búsqueda de un placer, quizás porque los signos de una pasión fanática son siempre algo incongruentes, diminutos, fútiles…”. Esa cita, recogida al vuelo en mis auriculares, me resonó peligrosamente.
A Vila Matas, vivero de sutiles e inteligentísimas observaciones vivenciales hay que leerlo con suma atención para no desaprovechar su incesante caudal de matices, plenos de ironía y desacralizado sentido del humor.
En esto, llegué a un obstáculo en forma de terraplén, que no me pareció peligroso, es más lo bajé con seguridad y sin riesgo; pero, al llegar al final, la tierra arcillosa mojada resultó ser una pista de patinaje; resbalé y salí despedido cayendo estrepitosamente en el centro de un charco que parecía estar esperándome con muy mala sombra. Era la primera vez, que pudiera recordar, que me veía tendido cuan largo soy en un charco embarrado. No me rompí nada, salvo el ritmo literario de la novela de Vila Matas. Últimamente, no desaprovecho ninguna ocasión de caer (nunca mejor dicho), en cualquier situación desairada…
Salí del barrizal lamentablemente encenagado. Llegué a mi casa, me duché y trabajé un par de horas. Escribí un día de diario, el de ayer, y revelé una fotografía con un resultado plenamente satisfactorio. Me aplaudí sin pudor (me levanté de mi cheslong y me marqué un inocuo y desmañado bailecito de claqué) …
La Fotografía: Yo, de algún modo gloriosa víctima del estupendo e inspirado revelado fotográfico.

Pepe Fuentes ·