ADENTRÁNDOME EN LAS TINIEBLAS VIII.
Jueves, uno de diciembre de 2022
“Di tus cosas más personales, dilas, es lo único que importa, no te avergüences, las generales están en el periódico”. Elías Canetti
…Soy un cobarde patológico, sobre todo en el aspecto físico (nunca podría haber sido un guerrero); sin embargo, me asiste un cierto arrojo a la hora de exhibir mis vergüenzas, mis miserias, mis recurrentes y eternos fracasos; y también mis grandezas (pocas).
Sí, porque es justo, necesario y estimable que cualquiera que sienta el pálpito de sus entrañas y, sobre todo, su finitud y la ineludible y lamentable contingencia de permanecer vivo, que actúe responsablemente (con uno mismo) y deje testimonio de quien es ¡¡¡qué se jodan los trémulos, indecisos y acobardados!!!. Hacen su vida pequeña, y lo que es peor, abaratan la de todos aquellos que hayan tenido la mala suerte de encontrarse con ellos. Nadie hemos pedido nacer, pero ya que nos han traído hasta aquí contra nuestra voluntad, hagámoslo bien: con dignidad, generosidad y orgullo. Que la culpa de no saber sea de los otros, nunca de uno mismo por haber permanecido escondido cobardemente. Bien es verdad que nadie tiene porque fijarse en nadie; pero eso es lo de menos, lo importante es no vivir asustado frente a los demás por lo que puedan pensar, que siempre será trivial e intranscendente porque, realmente, nadie importa a nadie.
De algún modo estoy mintiendo, lo sé; porque, aunque sea indiscreto sobre mí, no es tanto por valentía, sino tan solo por indiferencia absoluta a lo que los demás puedan pensar de mí. O eso creo, pero vete tú a saber dónde radica la verdad, mi verdad… lo mismo toda esta monserga es una monumental mentira. Mejor lo dejo aquí…
La Fotografía: Autorretrato, en una triste tarde de noviembre, sabiendo que el resto de la tarde y de la noche no tendría perfiles, ni textura, ni carne viva.Tan solo sería: vagarosa, inaprensible, agua pasada.