19 DICIEMBRE 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2022-12-19
Referencia
728

LOS DÍAS, 45 (Un fin de semana, como todos, 3)
Lunes, cinco de diciembre de 2022

… Domingo, todo el santo día: por la mañana llovía. Lo vi desde el ventanal de mi estudio, mientras escribía un amargo día de diario, del capítulo: Adentrándome en las tinieblas, sobre viejos y la imposibilidad de amar a destiempo (el del trece de este mes). Me gustó bastante como me quedó, de puro penoso y desesperanzado.
Comí un guiso recalentado, no hay problema con eso, lo hago a diario (cocino o como a destiempo, no sé muy bien dónde falla el tempo). Dormí una breve siesta, después de contemplar nubes y pájaros, en direcciones opuestas.
Escribí un WhatsApp a una antigua amiga que hacía años que no sabía de su vida (súbitamente me acordé de ella, no sé por qué): Me contestó que se había casado con un padre de tres hijos, nada menos (todos guapos, según dijo), pero, a pesar de la absurda incontinencia reproductora de su nuevo marido se la oía feliz (me envió un mensaje de voz). Ella, a su dote, había aportado una perrita. No está mal. Encima, para que el cambio fuera radical, sin sombra de incertidumbre o duda, hasta se había mudado de ciudad. Increíble todo. El único inconveniente, me pareció, era que el nombre de su afortunado marido, según dijo ella, segura de sí misma era, Emiliano ¿cómo se puede llamar alguien así? No me contesté.
A las cuatro y media salí a dar el paseo que no había dado por la mañana. Sin ninguna gana (no estoy acostumbrado a caminatas vespertinas). Inauguré una nueva obra en audible: Entrevistas de ultratumba, de Dan Crowe, muy prometedora; la primera que oí fue al poeta Jaime Gil de Biedma (ya muerto, claro). Parece una muy interesante obra.
De cinco y media a las siete y media, corregí un día de diario y hablé un buen rato con mi hijo. Toda la familia está bien, salvo unos ligeros dolores en un pie de Gabriel, que espero tenga una rápida solución.
Vi una buena película: La noche del doce, un thriller francés, tenso y sólido, absolutamente recomendable. Después me acosté, profundamente desanimado, aunque nada hubiera ido mal del todo. Tampoco bien, desde luego que no. Ni siquiera me entretuve un rato en Instagram. Me dormí triste y me levanté igual, pero eso ya pertenece a otra semana.
La Fotografía: Para mí, este lugar, es la zona cero de la ciudad. Aunque parezca mentira, no lo es en absoluto. Visito este sitio muchas veces a lo largo del año. Por algo será, ya solo falta que me entere de la razón última de esa recurrente manía.

Pepe Fuentes ·