31 DICIEMBRE 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Lences de Bureba (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 160
Fecha de diario
2022-12-31
Referencia
7642

EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 21
De dos grandes apartados se ha ocupado el diario este mes: Diario íntimo y Los días. Siete entradas el primero y quince el segundo (he llegado a cincuenta en el año en Los Días, aunque hayan sido todos los demás del año en los que he escrito).
Quizá, el más importante para mi vida de ahora ha sido el primero porque en él he narrado hechos que me importaban, y que, prácticamente todos ellos, tenían que ver con la ausencia de vida sentimental que estoy experimentando descarnadamente. Este relato ha sido, por encima de cualquier aspecto episódico y circunstancial, dado que la persona que ha suscitado el relato no ha tenido peso específico real y  suficiente en mi vida, un ejercicio de interiorización de la imposibilidad. Lamentablemente, me ha puesto en mi sitio, ya que me ha abocado a  tener que asumir una decadente falta de vigor y capacidad de reacción. La disolución en la edad es una epifanía siempre dolorosa.
Este diario sigue teniendo todo el sentido del mundo, por muy ingrato que sea a veces,  porque las narraciones que se van sucediendo cadenciosamente no son otra cosa que el andamiaje de mi vida del momento (desde hace veinte años).
Ahora, en este tiempo, me toca comenzar con la deconstrucción de la posibilidad de amar (en otros momentos han sido otros aspectos importantes, como la de una ansiada “artisticidad” y más, y más).
Pienso que, sin esta muleta con la que lidio la realidad de mi vida (es decir yo mismo, en contraste con la pringosa cotidianidad), esta me habría corneado hasta la muerte.
También Los Días, que es un capítulo de mucha importancia, viene a cumplir la misma función de sustento, o, mejor dicho, son el cielo protector que evita que el paso del tiempo acabe conmigo por aplastamiento.
La Colección de Misceláneas me ha ocupado dos entradas, una sobre Dogville (la película de Lars von Trier); y la otra, sobre un interesante y ligero ensayo sobre, Cioran: Manual de antiayuda.
Finalmente, un capítulo importante y nuevo en este diario: Adentrándome en las tinieblas (segunda entrega, de seis entradas, como la primera, del mes pasado). Mi intención es seguir tirando de este hilito porque me parece trascendental, ya que es lo más palpitante de ahora mismo para mí: el de envejecer al galope desbocado (las tinieblas). No puedo mirar para otro lado de lo que me está sucediendo cada día, así que espero que el mes que viene tenga la inspiración suficiente para seguir con el cuentecito.
La Fotografía: No sé por qué, a medida que escribía este epílogo me venía a la consciencia el recuerdo de esta imagen, realizada en el último viaje que hice al Noroeste, que, aparentemente, nada tiene que ver ni con el contenido del mes, o sí, porque se conecte secretamente con algo de lo contado en los últimos treinta días (aunque el girasol esté seco, o precisamente por eso). Me fio mucho de las asociaciones automáticas y sin aparente sentido. Si se producen, siempre es por algo.

Pepe Fuentes ·