27 ENERO 2023

© 1996 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
1996
Localizacion
Naty, (Aranjuez, Madrid)
Soporte de imagen
-120 MM AGFA 25
Fecha de diario
2023-01-27
Referencia
5097

DIARIO ÍNTIMO 45
La lectura me salva de muchas penalidades vivenciales posibles.
Martes, veinticuatro de enero de dos mil veintitrés.

VEINTISIETE: Noticias de algunas de las últimas lecturas: La Familia, de Sara Mesa; El manantial, de Ayn Rand (se hizo una versión cinematográfica, dirigida por King Vidor, protagonizada por Gary Cooper y Patricia Neal, en 1949, grandísima también); Noches sin dormir, de Elvira Lindo; Lejos, de Rosa Ribas y Estoy mucho mejor, de David Foenkinos (de este autor ya hablé ayer, bien, naturalmente). En domingo terminé la última obra leída que disfruté mucho, dado que se trata de una historia fluida, plena de sentido del humor. Crítico hacia ciertas convenciones rígidas en cuanto al mundo familiar. Es una historia que celebra el hecho de estar vivo a través de una cierta estabilidad inestable. Gozosa.
En cuanto a Ayn Rand y El manantial (34 horas de audición), poco después de haber leído (oído) La rebelión de Atlas (64 horas), diré que es una monumental novela. Absolutamente prodigiosas ambas. Se parecen mucho, tan solo distintas por la trama y por el momento histórico en el que se desarrollan (en torno a treinta años de diferencia), pero similares por el tremendo carácter de sus protagonistas y porque ambas son un canto al individualismo y a la libertad, frente a cualquier movimiento gregario, sea político (engañosas debilidades socializantes, porque al final del pasillo siempre está el monstruo: el ejercicio del poder puro y duro), religioso, social o del tipo que sea. Rand, fue una inmensa novelista, que desarrolló tramas complejas encarnadas en personajes de férrea voluntad, brillantísima inteligencia e irreductible personalidad. Luchan a tumba abierta arrostrando cualquier riesgo en sus enfrentamientos con sociedades que procuran sojuzgarlos y aplastarlos en nombre del bien común. Ellos, héroes a toda costa, mantienen una lucha titánica para defender su independencia. Memorable el discurso de Howard Roark, arquitecto protagonista de El manantial, en el juicio contra él, defendiendo su inalienable derecho a mantener íntegramente sus proyectos y creaciones personales, sin intervenciones y manipulaciones ajenas. Los diálogos de ambas obras, brillantes, inteligentes, de indudable hondura filosófica, psicológica y política.
En cuanto a Foenkinos, mi último encuentro feliz con un escritor, ya son cuatro las novelas que he leído en tiempo récord: La delicadeza, Hacia la belleza, Dos hermanas, Estoy mucho mejor. Todas ellas espléndidas. El problema, si se puede tomar en serio esa apreciación es que todas manejan el mismo registro y la misma textura social; pero eso me parece menor, teniendo en cuenta que todas me han encantado. Seguiré leyendo con avidez a este autor porque bajo una apariencia de ligereza, se encuentran mil y un matiz de las contradicciones y búsquedas existenciales de la generación de los que ahora tienen cuarenta años, yo, que soy bastante más viejo, me siento muy cerca porque lo mismo que les pasa a ellos me pasa a mí, más o menos… será que no soy tan viejo como parezco, o ellos no tan jóvenes como aparentan. O, simplemente que, pocas cosas cambian en los comportamientos humanos.
La Fotografía (y 2). En clave del novelista de moda en mi vida y realizada el mismo día que la de ayer. Es Naty, la mujer con la que vivía una historia de amor en ese momento y a lo largo de muchos años después. Nuestra historia duró más que las de Foenkinos, aunque, como todas, también acabó.

Pepe Fuentes ·