22 FEBRERO 2023

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 50
Fecha de diario
2023-02-22
Referencia
1930

DIARIO ÍNTIMO 58
Apéndice al relato de los últimos días sobre mi vida sentimental.
Las relaciones virtuales, lamentable signo de los tiempos. (y 2)
Martes, veintiuno de febrero de dos mil veintitrés

“Luego más tarde, lenta pero firmemente, toda la mala leche y chifladuras se ponían de manifiesto. Yo iba significando menos y menos para ellas; ellas iban significando menos y menos para mí”. Charles Bukowski
Y entonces, inesperadamente, apareció una mujer desconocida y virtual, de franca y seductora sonrisa que me escribió y dijo: “…Me encanta vivir, esa es mi premisa, soy conciliadora y muy sensible, odio las conversaciones y/o discusiones de besugos. Amo la sofisticación y lo más sencillo, puedo estar en cualquiera de esos “ecosistemas” y pasar desapercibida o ser protagonista (…) Deseo enamorarme para posteriormente llegar a amar en plenitud, porque no soporto ni amar, ni las verdades a medias. Caminar, correr, saltar de la mano con o sin rumbo”.
Fue una sorpresa absoluta, gozosa, inexplicable; lo que conciliaba mal con el cansancio del que hablaba ayer, y bastante bien con mis contradicciones. Me hizo pensar que todavía algo era posible, no sé qué, pero algo. Naturalmente contesté que estaba impaciente por conocerla y le di mi número de teléfono para una mejor y rápida comunicación. Minutos más tarde la todavía invisible y mágica mujer me llamó.
No acertamos a concretar un encuentro. Ella estaba muy ocupada y yo también en no hacer nada de provecho, lo que me ocupa todo el tiempo. Nos comprometimos a llamarnos más adelante para fijar el momento de nuestra cita. Ese aplazamiento me despertó cierta desconfianza por la amarga experiencia de tantos meses, pero bueno, era mejor que nada.
Días después la envié un mensaje largo que no respondió. Empecé a temer que todo fuera un juego y que el juguete fuera yo, como siempre. La envié un último mensaje el viernes pasado, y en su última parte, le dije:
“Espero que comprendas que este nuevo mensaje es porque admiro la belleza y la inteligencia y mejor tenerla cerca que no en una engañosa ensoñación. Nunca podría dejar de intentar contactar con alguien que se expresa como tú; como tampoco con quien tiene una sonrisa como la que ofreces en tu foto. Si, además, ambas cosas, valiosísimas por si solas, se dan en una misma persona ahí estaré yo, postrado. Espero noticias tuyas y, mucho mejor aún, que pudiéramos vernos este fin de semana. Un beso”.
No esperaba contestación. La sorpresa fue que la hubo, inmediata, por medio de una grabación de audio. Contesté lo más asertiva y sugestivamente que fui capaz. Recibí otra contestación de audio; eso sí, cerrando cualquier posibilidad de vernos el fin de semana. Ya estábamos como siempre. Pero, al menos, ambos mensajes fueron cercanos, cariñosos y sugerían continuidad y opciones abiertas. Ya veremos.
Deseo que con esta mujer todo salga estupendamente, porque, aunque ella no lo sepa, es la última. Después, si todo sale mal, ya no me quedarán ganas de seguir y seguir manoteando en el vacío.
La Fotografía: Dos: Hombre postrado deseando que le pase algo que le haga sonreír íntima y gozosamente, ahora que la primavera está próxima.

Pepe Fuentes ·