3 ABRIL 2023

© 2012 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2012
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ACROS 100 (50)
Fecha de diario
2023-04-03
Referencia
6090

LOS DÍAS 17
Lunes, veintisiete de Marzo de 2023

Mi Charlie y yo nos hemos levantado después de dormir ocho horas de un tirón, sin descansos ni nada (somos unos campeones del sueño y la buena vida). No hemos dado ninguna importancia a que fuera lunes y nos hemos largado al campo.
Ayer busqué a una mujer, por la mañana y por la tarde. A ninguna en especial, es decir, no tenía nombre; pero dio igual, no la encontré.
Caminando he ido oyendo Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes, que me parece divertidísima. Una mujer es capaz de razonar (o no) incesantemente, durante horas, con una lógica garbancera, pero con mucha gracia. Delibes,  no se compadece del vuelo rasante de algunas mujeres.
Antes, había terminado una grandísima biografía de Stefan Zweig, sobre Joseph Fouché, un inquietante e inteligentísimo político de la revolución francesa y de la época siguiente, la bonapartista. Vivió, o mejor sobrevivió instalado en el mismo centro del poder, tanto en una época como en la otra. Para conseguir algo así había que ser un ser sobrenatural, radicalmente inmoral, del que Napoleón dijo que era el traidor perfecto, absoluto. A lo largo de su vida política (solo vivió obsesivamente para la política) defendió ideas y sus contrarias, con absoluto desahogo moral. Fiel a su propio interés, la ideología o los principios tan solo eran los medios, siempre subordinados al ejercicio del poder. Un hombre integralmente mezquino e inmoral, pero de una inteligencia superdotada.
Una brillante obra que no se limita a un análisis minucioso de la naturaleza de Fouché y de políticos contemporáneos, sino que, además, trascendiendo a los personajes, cronifica con precisión histórica la Francia de finales del XVIII y principios del XIX. Una gozosa maravilla, como todo lo escrito por Zweig.
Vuelvo al paseo matinal: también he hablado largamente con mi amigo-hermano Armando (el paseo da mucho de sí), sobre cómo arreglar el hecho de buscar una mujer un domingo cualquiera y no encontrarla. Hemos llegado a conclusiones complejas y delicadas, que por ahora no serán objeto de este diario; pero, más adelante, puede que sí… ya veré…
La Fotografía: Podría ser la mujer que no encontré, no sé, tal vez.

Pepe Fuentes ·