LOS DÍAS 19
Jueves, treinta de Marzo de 2023
“Quien no ha tenido nunca un perro no sabe lo que es querer y ser querido. Arthur Shopenhauer”. (la frase es una chorrada, pero es bonita). Fernando Aramburu
Eso digo yo, aunque no me parece que sea una chorrada, Fernando.
Después de hacer la foto de hoy a Mi Charlie, en la primera parte de nuestro matinal y soleado paseo (9 h), hemos continuado caminando como si nada. Creo que ambos nos sentíamos bastante bien. Medio kilómetro más adelante nos hemos encontrado con una vecina que ya volvía de su paseo con Su Manolo (su perro se llama así, un bodeguero simpatiquísimo). Nada más verme me ha saludado empinándose sobre mis piernas (Manolo, claro). Charlie, jamás se acerca a nadie (hace bien). Yo sí he saludado a su dueña, mi vecina, incluso nos hemos dado dos besos a modo de saludo, como si nos alegráramos de vernos (no somos ni amigos ni nada, pero bueno, al menos nos hemos mostrado sociables). Claro, tanta aparente confianza y simulada alegría nos empujó a tener que hablar de nada. Eso, nos sale muy bien, a mi vecina y a mí. La verdad es que, más o menos por edad, y por circunstancias vitales y hasta físicas hasta podríamos intimar (carnalmente); pero no, no se da el punto necesario, también llamado “química” para llegar tan lejos, o tan cerca. Bueno, a pesar de que ya somos grandes y deberíamos tener un sentido práctico y saludable completamente desarrollado; pues no, eso no se da, por algo será (puede que sea cosa más de ella, aunque no estoy seguro).
Mientras que la vecina y yo nos hemos esforzado en mantener un diálogo de besugos, breve, eso sí, Mi Charlie y Su Manolo, han jugado alocadamente a perseguirse (nosotros, ni jugábamos ni nos perseguíamos). Era una situación, en el caso de mi perrito, absolutamente excepcional, porque él, no solo se desentiende de todas las personas sin excepción; si no, también, de los perritos; pues hoy no, mira por dónde. A lo mejor me estaba diciendo: – venga tío, mientras que yo hago un poco el tonto con este bodeguero de las narices, aprovecha tú a hacer algo práctico con esa mujer, que falta te hace-
Pero no, a mí me cansó enseguida el no hablar de nada y las alocadas carreras de Mi Charlie. Me despedí y nos largamos. Tan ricamente.
La Fotografía: “A diferencia de cualquier otro animal los perros han aprendido de los humanos a sostener la mirada”. Antonio Muñoz Molina
Mi Charlie, mirándome intensamente, como suele hacerlo. ¿Será, su mirada, expresión de amor hacía mí? No lo sé, lo que sí sé es que ningún ser vivo me mira con esa intensidad, probablemente nunca nadie lo ha hecho, en toda mi vida. ¿Es eso amor? No lo sé, pero nunca, en lo que me quede de vida, nadie lo hará. Seguro. Por eso, Mi Charlie, es mi perrito amado, para lo que nos quede de vida juntos. Es mi último perro, en caso de que lo sobreviva; y yo seré para él su último dueño, en caso contrario. Bueno, a él le quedará Su Naty, por lo que nunca se quedará solo.