2 JULIO 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Desierto Tabernas (Almería)
Soporte de imagen
-DIGITAL 800
Fecha de diario
2023-07-02
Referencia
7032

LOS DÍAS 44
Miércoles, veintiocho de Junio de 2023

Por la mañana, a las ocho y quince, he recogido a Mi Charlie de los cuidados de Naty, con una misión a cumplir, necesariamente: recoger una muestra de orina en un recipiente ad hoc, para que la analizaran por si tuviera alguna infección ya que tiene pérdidas y todavía no ha entrado en la fase cronológica del pañal (solo tiene ocho años). No me resultó fácil, porque Mi Charlie se pasa la vida meando, menos cuando debe hacerlo. Le he sujetado a una correa y le he seguido por un parque rogándole que meara, pero no lo hacía porque no suele hacerme caso en casi nada. Cómica y estresante situación, por cierto. Cuando se ha dispuesto a levantar la pata me he lanzado a colocar el recipiente debajo, he recogido parte, pero al bajar la pata me ha tirado el recipiente y se ha vertido casi todo ¡¡¡vaya, vaya, que suerte tenemos, Mi Charlie!!! A estas alturas estaba bastante harto de la “movida”.
Me he ido corriendo a la clínica no fuera a echarse a perder la escasa muestra que habíamos conseguido. Menos mal que me han dicho que tenían suficiente.
Los dueños de perritos, generalmente, nos comportamos ridículamente y yo no soy una excepción.
En la clínica había un tipo de mediana edad, abrazando en su regazo a una perrita muy pequeña y peluda, a la que besaba con pasión de vez en cuando. El amoroso dueño susurraba a la perrita repetidamente: -cariño, tienes que comer, porque si no te tendrán que poner suero- y entonces la besaba repetidamente en la cabeza, apretándola contra su pecho. La veterinaria esperaba pacientemente a que terminaran los apasionados arrebatos y lloriqueos del papá de la perrita (la perrita era su hija y quizá no fuera una perrita, no sé, porque con tanto pelo, vete tú a saber). Finalmente, la veterinaria, supongo que harta de tanta tontuna sentimental, le ha arrebatado la perrita al papá, no sin antes que él se despidiera de su hija-perrita, diciéndole: -papá, viene a verte esta tarde- besuqueándola profusamente. El desconsolado papá-hombre, preguntó a la veterinaria: cuando venga a verla ¿podré sacarla con el suero a que le dé un poco el aire? Lo haré con mucho cuidado. La veterinaria, ni le contestó.
Luego Super, la mañana, “gloriosa”.  
Más tarde, en mi casa, una amiga con la que tuve un cierto contacto de confianza, o, dicho de otro modo, de proximidad física (eufemismo); me ha pedido  cobijo durante unos días en mi casa, ya que está obligada a abandonar donde vive de alquiler. Sería hasta que encontrara otra opción, según me ha dicho… muy inquietante petición que además me ha generado malestar ya que  la respuesta solo podía ser no, irremediablemente. En estos casos solo se sabe cuándo empieza todo, pero nunca cuando termina. Además, mi relación con las mujeres, últimamente, es bastante mala y con una tendencia a empeorar exponencialmente.
Mi mañana del miércoles: complicada y peligrosa.
La Fotografía: Pues para hoy no tengo, porque ni me he fotografiado recogiendo el “pis” de Mi Charlie; ni al apasionado papá de la perrita peluda, que además parecía bastante antipática. La naturaleza de personas y animales, generalmente, es que no somos agradecidos ni considerados. O, dicho de otro modo, la perrita no parecía agradecer los cuidados de papá; y si yo hubiera dado cobijo a mi antigua amiga, se habría soliviantado cuando la hubiera conminado a marcharse. Ah, y de agradecimiento, nada de nada. Así, son las cosas, amigos míos.
Por todas esas razones y porque el día va de animales y de comportamientos desconfiados, hoy traigo al diario a un León retirado de sus grandezas como feroz monarca. Por qué, por empatía, ya que es viejo y parece triste y adormecido, como yo.

Pepe Fuentes ·