14 JULIO 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Película: Un lugar dónde quedarse
Soporte de imagen
DIGITAL 4000
Fecha de diario
2023-07-14
Referencia
10034

DIARIO DE ENVEJECIMIENTO XL
El síntoma: 1.4 La Vejez y el Enigma
Jueves, trece de julio de dos mil veintitrés

“Resulta enigmático que envejezcamos en lo que dura un parpadeo, que todo parezca tan breve y que no haya marcha atrás, que cada momento sea un paso hacia la decadencia, la ruina y la extinción (o tal vez no hay en ello nada enigmático precisamente). Haruki Murakami
Aunque algo de enigmático tenga la extinción, no creo que se trate de un misterio el hecho en sí, porque ese fenómeno se explica desde la naturaleza o la pura ciencia, si se prefiere: en la fatiga de los materiales: al fin y al cabo, tan solo somos materia. Otra cosa es el estadio emocional que nos acompaña durante el trayecto de salida de la vida. A esa agonía se la llama Vejez. Toda la vida, por definición y desde su inicio, es agónica; la única diferencia es el grado de consciencia con la que se percibe: dos tercios del tiempo no está presente ese estertor y en el último, sí.
¿Hay secreto en eso? Ontológicamente no; sensiblemente sí.
En la respuesta al enigma del que habla Murakami, me ayuda el artista suicida Sándor Márai:Un invitado de setenta y siete años, en completa decrepitud, elogia la ciencia que le ha alargado la vida. De acuerdo, pero a tan avanzada edad todo vigor ha desaparecido. Quien sigue en este mundo después de cumplir los ochenta se limita a llevar una existencia vegetativa, no una auténtica vida; a estas edades ya no se vive por algo, simplemente se vive”.
A partir de esta lúcida y acertada respuesta al supuesto enigma de la vejez, se podría inferir que la clave radica en dónde colocamos la línea divisoria: cincuenta, sesenta, setenta… después, ya no hay duda ni enigma que valga; pero eso, tampoco es tan importante, o sí. No sé.
Hoy, en mi paseo diario mañanero, me ha adelantado a gran velocidad (sin correr) una mujer a la que recuerdo de noches de copas en bares de la ciudad, luego no está tan alejada de mi edad, quiero pensar. Potencialmente, podría aspirar a tener sexo con ella porque aún me parece atractiva (aunque no tanto), pero lo cierto es que cien metros después ella ya me sacaba cincuenta, luego el viejo de verdad era yo (aunque hubiera intentado alcanzarla, para lo que fuera, no lo habría conseguido). ¿Puede adquirir la vejez la categoría de arcano? Que va, tan solo es una jodida circunstancia de simple desgaste de materiales sin misterio alguno. Eso pensé a medida que el culo de la conocida, al que no dejaba de mirar, se perdía en la remota lejanía… no obstante, y como anecdótico cuchicheo, ajeno a lo que me traigo entre manos, la tipa en cuestión tiene un gesto seco, o más bien reseco y desabrido que denota bastante mal carácter (quizá debido a una prolongada abstinencia sexual por razones de edad); en consecuencia, contacto amoroso con esa mujer, mejor que no.
La Fotografía: De la película: This Must Be the Place (Un lugar para quedarse), 2011, de Paolo Sorrentino.

Pepe Fuentes ·