DIARIO DE ENVEJECIMIENTO XLVII
Las consecuencias: 2.5 La Vejez y la Soledad
Jueves, veinte de julio de dos mil veintitrés
“Todo ser humano, cuando entra en la vejez profunda, acepta la soledad…”. Manuel Vilas
Me turba mucho esta cita de Vilas, porque me transmite la impresión de que él maneja una sabiduría, o tal vez sea solo información enriquecida por su saber decir, que está fuera de mi alcance.
A la soledad de la vejez se llega, no solo porque la compañía natural en las distintas edades se conforma entre contemporáneos, con mundos de intereses afines, es decir, activos; y en la vejez, desaparecen los amigos o compañeros, salvo en los geriátricos, pero esos son extraños y sospechosos. Además, huyen las ganas de cualquier cosa.
Hoy, me he levantado y desayunado con la obviedad. Es media mañana y todavía no sé cómo hacer para expulsarla de mi lado. Es persistente y pesada, como algunos viejos, de esos que repiten mil veces lo mismo.
Creo que dejaré de escribir porque no se me ocurre nada que no sea una mierda de perogrullada.
Voy a intentar salvarme y aligerar la entrada de hoy: asumimos y deseamos la soledad porque cualquier otra posibilidad supone más molestias e inconvenientes que satisfacción. Así de sencillo. Los viejos estamos cansados y no queremos (al menos, yo no), que las gentes activas de ahora nos distraigan con vivencias que nos resultan ajenas y distantes; y a estos, maldita la gracia que puede hacerles las batallitas de los viejos para las que sensatamente son sordos. Sencillamente, la comunicación es imposible por antinatural.
Como no tengo la sensación de haber conectado con ninguna idea o matiz interesante traeré una cita de alguien lúcido y de saber pensar y decir: “La vejez. El viejo tiene que decidir cómo gestionar la soledad. ¿Qué es más adecuado: ser solitario a solas o vivir solo en compañía? Hace más de un año que vivo en la soledad solitaria”. Sándor Márai
A mí, como a Márai, la elección no me ofrece duda. Solo el espejo será el testigo de la degradación y cuando todo duela demasiado, siempre podré rebelarme y tirar o romper el maldito espejo. “Espejo: el retrato que el tiempo nos hace en directo cada vez que nos contemplamos”. Rafael Argullol
La Fotografía: Están dentro de una jaula de oro, con otros pájaros iguales que ellos, todos juntos, todo el día. Pertenecen a lo que Márai define como los que viven solos en compañía.
Imagen del documental Una clase de cielo, de Lance Oppenheim (2020). En The Villages, un lujoso complejo residencial para jubilados situado en Florida, cuatro de sus residentes intentan encontrar consuelo rodeados de palmeras, piscinas y ostentosos campos de golf. Se pasan todo el día haciendo actividades recreativas, Una especie de estado de trance y confusión que hace las veces de narcotizante existencial (cuidados paliativos). En el documental aparecen todos inmensamente felices.