26 JULIO 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Película Paraíso: Amor, de Ulrich Seidl
Soporte de imagen
DIGITAL 5000
Fecha de diario
2023-07-26
Referencia
10046

DIARIO DE ENVEJECIMIENTO L
El desenlace: 3.2 La Vejez y el Ridículo
Martes, veinticinco de julio de dos mil veintitrés

…Sin darte apenas cuenta estás instalado en el ridículo. Has llegado a ese punto de no retorno con los años, casi sin querer. Yo estoy ahí, en la edad del ridículo, que solo podría conjurar con la pasividad de mi cuerpo y el silencio de mi boca.
Mutar en sauce (llorón) que me parece el árbol más apropiado para este cuento.
No porque hagas cosas diferentes, que es lo más habitual, sino porque haciendo las mismas, pero en la provecta edad, la has jodido, porque lo que tocaba a los cuarenta a los sesenta o setenta ya no toca; o sí, pero a costa de hacer el tonto.
Por otra parte, tampoco hay que preocuparse demasiado porque ¿qué más da?
“…no, no era la madurez lo que les esperaba, tan sólo la vejez; lo que había a la vuelta de la esquina no era la segunda juventud, sino una suma de frustraciones y sufrimientos al principio mínimos y luego, muy pronto, insoportables; no era muy sano todo aquello, nada sano. La vida empieza a los cincuenta años, es cierto; con la salvedad de que termina a los cuarenta”.
Michel Houellebecq
Ahora, en la tortuosa campaña de elecciones hemos podido ver a gentes que llevan defendiendo los mismos presupuestos ideológicos desde que tenían veinte años y ahora tienen sesenta; eso no es coherencia y fidelidad, eso, tan solo, es vocación y amor al ridículo. La razón es sencilla: no pueden pasar por tu cuerpo, y tu cabeza, sede de la versión más elevada del alma, según Platón (hay dos más, pero más bajunas), cuarenta años como si nada. Hasta las piedras cambian en ese larguísimo periodo de tiempo.
“Sí. De joven tuviste tu ideología. Pero has envejecido. Y la vejez tiene sus fallos de memoria. Y uno de los más graves fallos de memoria es que persistas en lo que te convierte ya en un maniaco”. Vergílio Ferreira
Afortunadamente, en eso no me he convertido en un tipo patético y viejuno porque no paro de cambiar de pensamiento (más o menos). Aunque pueda serlo precisamente por eso, por cambiar a destiempo y a lo loco. No sé.
Supongo que la vejez debería prepararnos para habitar dignamente la línea del horizonte”. Rafael Argullol
Oh, la dignidad, siempre con la dignidad como valor de cambio, tan seria y circunspecta y aburrida. Que patitas tan cortas tiene la dignidad como virtud. Me he pasado la vida agarrándome a ella como un loco, como un poseso y ahora, a la vejez, toda esa estúpida rigidez me parece un asco, por ridícula e improductiva. Forma parte del patrimonio de los cobardes e impotentes. Pero bueno, en mi caso, ya está todo el pescado vendido y salir a pescar de nuevo ya no me es propio.
Resumo: los viejos, por el mero hecho de serlo, vivimos en una realidad ridícula… No hay salvación para nosotros, la hubo, si nos hubiéramos muerto antes, claro…
La Fotografía: De la película Paraíso: Amor (2012), de Ulrich Seidl
Mi lado más cercano al ridículo (puedo instalarme desahogadamente ahí, sin complejos ni culpa), pero sin negro, claro; aunque podría perfectamente y encantado arriesgarme con una negra (y si me llamara papi, pues también valdría).
La vejez resulta ingrata porque es la edad del narcisismo profundamente herido y de nuestra belleza reducida a recuerdo, a fábula de fuentes, como diría Guillén, y en sus aguas fangosas se lleva a cabo la verdadera muerte de Narciso. Jesús Ferrero

Pepe Fuentes ·