19 AGOSTO 2023

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Almonacid (España)
Soporte de imagen
DIGITAL (100)
Fecha de diario
2023-08-19
Referencia
4545

DIARIO ÍNTIMO 69.4
Miércoles, nueve de Agosto de 2023

… Vuelvo desde la lejana proximidad de mi alter ego, a mi versión real (hiper dark), y sigo con el relato que me ha dejado escrito el otro.
Hace dos días, accidentalmente, se asomó por la primera pantalla de la izquierda de la foto de hoy, en el canal de mi vida amorosa virtual una mujer que me gustó lo suficiente por lo que crucé algunos atentos y alentadores mensajes y una promesa de vernos pronto (más o menos). Como soy lento de reflejos tardé un día en darme cuenta de que eso no sucedería, sencillamente porque es imposible. Desde ese instante, comencé a desenfocar mi deseo con el poderoso recurso de pensar en otra cosa, que se me da bastante bien, para así salvarme de ingenuas expectativas. En caso de que yo, tontamente, insistiera, los incontrovertibles y seguros hechos se traducirían en una interminable demora y aplazamiento para que el encuentro, no se produjera nunca (por la sencilla razón de que ella es otra de la que dice ser, más o menos como yo, que digo y hago lo mismo). En este ámbito, todos mentimos todo el tiempo. Creemos que eso sirve de algo, pero No.
Como dijo el otro día mi alter ego, ellas están a otra cosa: alimentan la posibilidad con juegos de seducción perversos o ingenuos (depende de la inteligencia o de las oscuras intenciones de quien actúe), porque a otra cosa casi nadie se atreve, sobre todo ellas. Firme propósito para la Era Septuagenaria: toda movilización por mi parte debe partir de pruebas inequívocas de deseo de la otra parte (y mío, también). Si no, pues No. No creo que suceda nunca. A no ser que, prodigiosamente, apareciera la tan deseada sirena argentina con sus dulces cantos de seducción y al contrario de lo que hiciera Ulises me entregara sensualmente a una desenfrenada locura. La vida, en la Era Septuagenaria, o es mentira o no es y me está costando mucho entenderlo.
Qué queda entonces, una vez eliminada la imposible opción amorosa en la Era Septuagenaria, a no ser que una argentina me amara de verdad o al menos que lo pareciera y con eso ya valdría; pues, sencillo, tan solo queda la versión placentera: sexual-erótico-genital y da igual que sea con o sin amor* (no es imprescindible para estos fines, tan solo se trata de supervivencia, un boca a boca y nunca mejor dicho), pero eso sí, acompañada de la fortuna, porque si no, ni eso…
* Cuándo sientes que el deseo arrebatador te invade y adoras al otro cuerpo que te colma de placer ¿se puede decir verdaderamente que eso no es amor? La contestación, otro día.
La Fotografía: … Campo de pantallas ciegas y mudas y sordas y rotas; y un ser desorientado: El protagonista de la acción fotográfica es el mismo de los días pasados que poco a poco fue dándose cuenta de la amenaza real que suponían esas pantallas que en realidad escondían unas pavorosas y fantasiosas trampas que podían succionarle y acabar con él. Reacciona huyendo espantado lo más velozmente que es capaz. Pero, en ese momento, en el que pretende huir de su futuro mediato, no sabe que el virus de la impotencia y la disgregación ya estaba inoculado. Ahora, infectado hasta la médula ya solo le queda administrarse tratamientos retardadores o paliativos, compuestos a base de indiferencia, escepticismo crítico, risa y enfado a partes iguales, y hasta desprecio. Todo se resume en una sola palabra: Resignación. En los hospitales debería haber un ala dedicada exclusivamente a esta irreversible dolencia. Más adelante, tratamiento del dolor a base de opiáceos, o lo que sea. Y ya está.

Pepe Fuentes ·