DIARIO ÍNTIMO 73.1
Martes, veintidós de Agosto de 2023
Desde el viernes dieciocho estoy en shock, en realidad debería haber estado desde dos días antes, momento en el que tuvimos el informe en el que decía que Mi Charlie tenía una masa tumoral en el bazo, que había que analizar. Qué me pasó para no entrar en pánico desde ese mismo instante, sencillo y complejo al mismo tiempo: la amenaza era demasiado grande para mí y decidí, instintivamente, mirar para otro lado como si nada de lo malo que pudiera pasar fuera real. El segundo día, viernes, ya tuve información bastante fiable para hacerme cargo de la pavorosa situación. Nuestro veterinario de confianza me informó de que había un alto porcentaje de posibilidades de que la masa tumoral fuera maligna, con una esperanza de vida de dos a seis meses, a partir de la extirpación del bazo. Apenas dormí en toda la noche. Pensar que la posibilidad del peor pronóstico se cumpliera me ahogaba. Había que operar de urgencia.
Charlie pasó el sábado, domingo y lunes con Naty. Lo eché de menos los tres días y, en todo momento, sentí su presencia en la casa como si estuviera: creía oír sus ruidos y su deambular. Naty intentaba tranquilizarme diciéndome que a Charlie no podía pasarle nada malo, que seguro que el tumor no era maligno y todo quedaría en un susto.
Desde que con tan solo unos meses le diagnosticaron una Meningitis autoinmune, y luego frecuentes crisis provocadas por una Pododermatitis infecciosa en ambas patas delanteras, también autoinmune y crónica, Charlie ha tenido crisis de salud frecuentes, sobre todo en los dos últimos años. Y, ahora esto, el mazazo final que estoy temiendo con temblores.
Teníamos dos presupuestos, uno caro y otro sensiblemente más barato, de una clínica cercana. Optamos por el segundo, no por el precio sino porque se daban unas circunstancias más controladas para nosotros.
Naty me recogió a las nueve y media, junto con Mi Charlie, ajeno el pobre a lo que se le venía encima. Nos desplazamos hasta Cuerva, lugar donde se encuentra la clínica (30 Km).
Llegamos a la hora indicada (10:30). Nos recibió un chico joven que se mostraba desenvuelto y amigable, lo que le agradecimos. Dijo que lo más probable es que se tratara de un tumor -no maligno- que lo extirparían y fin de los males y las sombras…
Dejamos a Mi Charlie en sus manos y fuimos a desayunar a un bar cercano (nos dijo que tardarían poco más de una hora…
La Fotografía: Volvimos en ese tiempo, esperamos un rato y nos pasaron a que le viéramos. Camino de donde se encontraba nos mostraron el bazo y la gran protuberancia en la parte derecha de la fotografía. También aparecían pequeños bultos alrededor que supuse que era el maldito tumor extendiéndose…