12 SEPTIEMBRE 2023

© 2018 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2018
Localizacion
Pepe y Naty, el día de su boda (2018)
Soporte de imagen
-DIGITAL-
Fecha de diario
2023-09-12
Referencia
10081

LOS DÍAS 57
Martes, cinco de Septiembre de 2023

Hemos llevado a Nuestro Charlie a que le quiten las muchas grapas que cerraban una herida fea e interminable en su tripa por donde profanaron su cuerpo y extrajeron su bazo.
Se ha portado bien porque previamente le habíamos administrado unas pastillas que le “atontaran” para que no se percatara de lo que le harían.
Yo también debería tomar esas pastillas para no percatarme demasiado de lo que me hago a mí mismo.
Al salir, Naty me ha contado la crítica situación que tenía en el garaje de su casa por el paso de la tormenta de verano de todos los años (la han llamado Dana, no sé por qué). Al parecer, 3 cm de barro, semiseco ya, cubría el suelo y la parte baja de los armarios (el agua había llegado a una altura de 20 cm, más o menos). Por si fuera poco, había una rotura en el suministro de agua del pueblo y tan solo salía por los grifos un temeroso y miserable hilo de agua. Como no podía ser de otro modo, me ofrecí a ayudarla en la limpieza del puto barro. Nos llevó seis horas sacarlo a la calle y limpiar armarios. Hicimos una pausa para comer. Durante la comida, retomamos las conversaciones que manteníamos cuando éramos un matrimonio bien avenido (ahora ya solo somos una pareja separada, bien avenida, cómo no). Un Déjà vu en estado puro. La marmota se había hecho grande.
Con la perspectiva del tiempo de separación entre nosotros, que no el contacto porque hablamos casi a diario, me pregunto por la naturaleza y comportamiento de los matrimonios, o parejas o lo que sea… o al menos de la nuestra, pero no me contesto. No sabría. Sólo sé que vivir con un conflicto latente o presente es una mierda, sea juntos o separados.
Hay dos cosas claras, sin entrar en matizaciones, y de ambas debemos sentirnos muy satisfechos ambos, me parece, una: la paz siempre reinó en nuestro mundo particular, en nuestra casa común a lo largo de treinta y un años (vida útil de nuestro negocio común), y de los dos desde que partimos nuestras vidas; y dos: entre nosotros siempre habrá paz (salvo imponderables ahora no atisbados), porque la sintonía que forjamos juntos también nos sirve para estar separados. Fuimos muy buenos en eso.
Siempre mejor la paz en el mundo íntimo; la guerra hasta la destrucción total para los demás.
La Fotografía: Realizada el veintinueve de noviembre de dos mil dieciocho, por nuestro común amigo Manuel Elegido, el día de nuestra boda, a la que solo asistieron, aparte de nosotros, dos testigos (Manuel y Natividad, madre de Naty). Luego comimos los cuatro y ya está. Volvimos a nuestra casa tranquilamente.

Pepe Fuentes ·