1 OCTUBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Salamanca (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2023-10-01
Referencia
10111

LOS DÍAS 65
Jueves, veintiocho de Septiembre de 2023

Todo en mi vida sucede a una vertiginosa velocidad, y yo sin casco ni nada. Para matarme si no fuera porque a pesar de que el tiempo y los árboles de la carretera pasan vertiginosamente a un lado y a otro, yo, sin embargo, voy despacio.
Salí de viaje anteayer mismo, estuve seis días justos por ahí, por carreteras desconocidas, a expensas de mi falible navegador, pero yo, orientado, aunque a veces me distraiga y me pierda. Volví enseguida de la vuelta por provincias y ciudades amigas, ahora que en el país hay demasiados enemigos que nos odian, por lo que yo ni me asomo a esos territorios hostiles: no me apetece que me golpeen con hechos y palabras ininteligibles, para mí, claro. En consecuencia, he viajado por lugares amables donde me he sentido como en casa, aunque haya dialectos denominados con varios nombres; berciano-sanabrés, cepedano-alistano, leonés-ribereño y leonés extremado; pero no he tenido ningún problema, sencillamente porque no los sabe hablar nadie. Una cierta ortodoxia cultural dice que hay que preservar dialectos e idiomas pequeños en aras de una supuesta riqueza patrimonial y cultural (hablados tan solo por unos pocos), y yo me pregunto, ¿para qué? No entiendo bien esos valores tan restrictivos en aras de no sé qué (parece que lo humanos no sabemos vivir sin la marca del nacimiento). A fin de cuentas, el fin último de las lenguas es que los humanos nos entendamos todos, sin barreras lingüísticas derivadas de contingencias geopolíticas ¡¡¡ojalá hubiera una única lengua en proceso de enriquecimiento constante y así entendernos con todos allá donde nos pille la vida!!! Otra cosa solo es ejercicio e intereses de poder y solo eso, luego contraviento que dificulta la vida…
Creo que me he perdido otra vez…
La Fotografía:  No, no creo que se entiendan, por eso no se miran, ni lo harán nunca. A cambio, han preservado su “identidad” idiomática, pero sin saber por qué; simplemente, me temo, por una azarosa contingencia y, por lo tanto, pura banalidad.

Pepe Fuentes ·