LOS MICROVIAJES: a Villanueva de los Infantes (3)
Jueves, cinco de octubre de 2023
… Por fin llegué a la plaza, y con la entrada que había comprado en la Oficina de Turismo (1 €), entré en la Iglesia de San Andrés (s XVI), en la que se aprecian trazas de distintos estilos: gótico, renacentista, plateresco (dos de las tres portadas), clasicista (portada principal), herreriano…
En el interior capillas laterales que al parecer pertenecieron a los Caballeros de la Orden de Santiago. En la de los Bustos, la más antigua, estuvo enterrado durante 150 años, Francisco de Quevedo.
Bueno, a lo que voy, que este diario no es una guía turística, aunque yo sea un turista, accidental, pero no me llame Williams Hurt (ya fallecido). Di una vuelta por el interior de la iglesia, repleta de turistas viejas muy activas y curiosas (me pregunté donde estarían los hombres de esas mujeres, si es que existían, aunque lo mismo eran todas viudas o habían abandonado a sus maridos; o no, y eran todas solteras (estas apreciaciones son auténticas tonterías por mi parte, pero el caso es que no había hombres y eso es altamente infrecuente).
No vi la sepultura de Quevedo. Al parecer, sus restos han sufrido muchas mudanzas y ahora solo quedan diez huesos, que están en algún sitio de esa iglesia, pero que yo no vi. Bajé a una cripta donde había varios cubículos acristalados en el suelo con exiguos restos humanos.
De la iglesia principal, me dirigí a la Casa de Rueda, casa solariega del siglo XVII, donde se celebraba una exposición de un singular y personalísimo artista local, Pirulo, ya fallecido.
Lo contaré mañana… este insólito caso merece un relato e interpretación singular…
La Fotografía: Nueve urnas mortuorias acristaladas en la cripta de la iglesia de San Andrés, desde las que parece emerger el aura de los evanescentes muertos que allí dejaron su huella (parecían vacías), pero su halo ectoplasmático se hizo presente en esta fotografía.