1 NOVIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 320
Fecha de diario
2023-11-01
Referencia
10174

LOS DÍAS 72
Lunes, treinta de Octubre de 2023

Últimamente, en este capítulo, tengo que juntar tres días o más para que la entrada tenga algo de sustancia (y ni así). Es como si en un recipiente se fuera acumulando el destilado vivencial digno de mención de varios días y luego, cuando observo el fondo del receptáculo tan solo hay unas gotas de una sustancia de un color sospechoso. No sé, aunque sí que lo sé: esto no es plan (que no se enteren los estoicos). A ver si va a resultar que soy feliz y todavía no me he enterado (de eso si deben enterarse los estoicos).
A ver, hoy es lunes, así que tengo que remontarme al fin de semana entero: del viernes, ni me acuerdo que no pasó; ah sí, estuve en el Super (fue el momento más intenso del día); hice compra por un valor de 150 € (comida, bebida y una fregona). Por la tarde, escribí, vete tú a saber el qué.
El sábado, por la mañana, con Mi Charlie al campo. Luego vino Naty a por él y dedicamos algo más de una hora a ajustar nuestras herramientas de revelado digital (las actualizaciones nos remiten a ponernos al día). Nos complació mucho las novedades de la IA, aplicadas al revelado, y que entendimos enseguida. En cuanto a la implicación ontológica de lo que siempre se ha entendido como lenguaje fotográfico, ya es otra cosa. Por mi parte todavía no tengo una opinión formada. Cuando la tenga la contaré aquí. Lo único que sé, por el momento, es que tiene un alcance muy distinto a la analógica, por un lado; y por otro, que por nada del mundo volvería a hacer una fotografía como antes.
Por la tarde, partido del Madrid (ganamos y eso estuvo bien, pero mejor todavía contra quien lo hicimos). Luego no sé. Por la noche, fui a tomar una copa. Tenía pendiente una comprobación: si una mujer con la que crucé miradas prometedoras el sábado anterior estaría dispuesta a que nos conociéramos y hasta que nos tocáramos. Allí estaba, me fijé con más atención y me decepcioné yo solito, nada parecía cuadrar: ni ella y su estilo, ni mis demasiados años. La impresión que tuve hizo que me desentendiera de la posibilidad feliz. Pensándolo bien, ahora, mejor no hacer nada porque todo suele empezar mal y acabar peor. Terminé mi copa y volví a mi casa (tarde). Mientras dormía el tiempo volvió atrás una hora, pero no fui consciente y tampoco sé si el sueño que tuviera tuve que repetirlo, lo mismo sí, pero da igual porque no estoy psicoanalizándome.
El domingo, ayer, pues nada, me levanté un poco más tarde y me fui con la cámara a dar una vuelta y a fotografiar monstruos, qué tanto me gustan. En mi ciudad había una exposición de dinosaurios de plástico o de lo que sean que además se movían muy mal, espasmódicamente. La representación temática era horrible: malas reproducciones, mal expuestos y distribuidos y mal todo. Son espectáculos montados, sobre todo, para los niños y para mí. Acudimos todos a la cita. La mañana era soleada y la temperatura agradable. No frecuento escenarios donde haya niños ni padres de niños y me sorprendió mucho la experiencia (yo solo me muevo por donde lo hacen los míos, los viejos, y somos muchos). Las parejas jóvenes, con cara de treintañeros empanados, arrastraban niños de la mano y cochecitos con niños dentro. Se llevó el premio de mi asombro un matrimonio que llevaba una niña pequeña de la mano, otro en un cochecito y ella embarazada ¡¡¡increíble!!! La humanidad no deja de sorprenderme.
El resto del día más largo, que no fue el día D, precisamente, y que tampoco tuvo una hora H, resultó olvidable. La tarde, en el estudio, la pasé matando monstruos con la tecla de suprimir de mi ordenador. Luego una peli (western) y a dormir: las horas más íntimas de mi vida porque las vivo en absoluta soledad incompartible.
La Fotografía: Pasé cuarenta y cinco minutos fotografiando en el campo de los monstruos, en este caso ridículos, pero que tanto me motivan porque tienen mucho que ver con lo absurdo e incompresible de la vida en nuestro planeta, con un tiempo en el que nada era similar al de ahora. Parece inaudito e increíble que existieran esos seres si no fuera por los restos encontrados. Están ahí para refutar a los Dioses inventados por la humanidad y su inusitada inventiva para fabular falacias y absurdos creacionismos. Ellos sugieren el  misterio del paso del tiempo y lo representan como nada ni nadie. Aguantaron millones de años comiéndose unos a otros; nosotros no lo haremos ni en una millonésima parte de ese tiempo, aunque también nos comeremos unos a otros, pero no estamos tan bien dotados para resistir a todo, salvo al tiempo (ni ellos ni nosotros). Por la tarde, destruí  el noventa y cinco por ciento de las imágenes que había tomado. Revelé seis, y esta es una de ellas. Representa a un invencible y peligroso ser  (Tyrannosaurus rex) por su infinita ferocidad.

Pepe Fuentes ·