2 NOVIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Salamanca (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 51.200
Fecha de diario
2023-11-02
Referencia
10148

DIARIO ÍNTIMO  79
Miércoles, uno de Noviembre de 2023

Comienzo un mes más. Creo que conseguiré llegar al día treinta, aunque ahora no tenga ni idea de lo que iré escribiendo. Eso podría querer decir que no sé lo que me va a pasar en este frio mes, pero no es así; sé perfecta y exactamente lo que ocurrirá: Nada bueno; malo, tal vez.
Lamento profundamente que las vidas se desarrollen normalmente tan empobrecidas, tan escasamente creativas, artísticas, literarias. El arte en general y la literatura, el teatro o el cine, hacia el final de sus relatos, aumentan la intensidad de lo que nos han contado hasta una alta tensión emocional; o se orientan a momentos felices o plenos, como culminación de unas trayectorias existenciales tensas y exigentes. La vida real qué va, todo lo contrario, agoniza a intervalos regulares de bostezos y desidia. Nada es bello o excitante en los finales de las vidas. Ni siquiera entretenido. En este caso la célebre afirmación de Oscar Wilde es falsa: «la vida imita al arte mucho más de lo que el arte imita a la vida». La vida no imita al arte, salvo que estemos hablando de las pinturas negras goyescas u obras de esos perfiles y esencias, por ejemplo.
En otro momento, este genial artífice y artista de su propia vida, también afirmó: 
“Un artista debe crear cosas bellas, pero no debe poner nada de su propia vida en ellas. Vivimos en una época en que los hombres no ven más que bajo una forma autobiográfica”.
Tenía razón, pero los que no somos artistas o no tenemos talento para la creación de cosas bellas por sí mismas, tan solo nos queda nuestra propia vida como material o argumento de un relato al que agarrarnos para no perecer. ¿Y por qué bellas, me pregunto, y no convulsas o revulsivas o agitadas, pongo por caso? Al fin y al cabo, la belleza, en su modelo formal, popularmente aceptado como universal, sospecho que ni siquiera es verdad.
La Fotografía: La foto corresponde a una pintura titulada: El Grito (2022), de un artista llamado Ángel Luis Iglesias (que debe ser joven, cómo no), encontrada en el Museo Diocesano de Arte Sacro, de Salamanca. Los curas, en sus museos ubicados en las trastiendas de sus mejores establecimientos (iglesias importantes o catedrales), incluyen una sección de arte contemporáneo, generalmente no abstracto y sí figurativo y sobre todo alegórico y alusivo a los intereses que representan. No quieren alejarse del presente tan solo mostrando vírgenes sosas o cristos trágicos, y siempre antiguos en el mejor de los casos, o tan solo viejos en el peor. En el caso de la foto de hoy, no supe que pensar, el hecho es que fotografié, luego algo de ambigüedad intuí que debía haber en esta imagen, aparte de dramática desesperación. Me pregunto: ¿el personaje gritaba porque sin Dios su vida no tenía sentido? ¿o porque había descubierto que en el lugar de Dios solo había vacío y estaba espantado? Supongo que los curas, que no dan puntada sin hilo, habrían pedido una declaración jurada al autor de que su obra demostraba la primera opción. O, simplemente, es que también era cura. Yo nada supe del asunto.

Pepe Fuentes ·