3 NOVIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Valladolid (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2023-11-03
Referencia
10162

DIARIO ÍNTIMO  80
Jueves, dos de Noviembre de 2023

“Vive oculto”. Epicuro
Hoy me he despertado desanimado (ayer y anteayer, también, que pueda recordar ahora). A ver, la secuencia es la siguiente: me despierto en torno a las siete, harto de dormir sin sueños (a lo sumo me acompañan ensoñaciones blancas e inocuas), permanezco quieto, boca arriba en la oscuridad, tomando conciencia de mi ser, mi tiempo, mis circunstancias y del día que tengo por delante, y es entonces cuando me cae encima el desánimo.
Acabo de entrar en la Era Septuagenaria (eso lo sabe todo el mundo), no tengo expectativas de ningún tipo: ni sociales, ni amorosas, ni amistosas, ni recreativas, ni artísticas (bueno eso, un poquito), ni nada de nada.  Pero eso sí, aspiro a vivir mi presente cada día. Todo lo que depende de los demás no está en mi mano cambiarlo. Tan solo recibo amor y comprensión de Mi Charlie, que no me abandonará nunca y lo demuestra saludándome por la mañana moviendo el rabo, tan contento de verme. El nunca parece desanimado y es curioso porque se parece mucho a mí (hacemos las mismas cosas a todas horas del día, sincronizadamente). Me temo que ni él ni yo conseguiremos entrar en el paraíso de los estoicos (él en la sección canina, claro).
Solo tengo una solución inmediata para aguantar lo que queda de semana y el resto del tiempo, por los siglos de los siglos, amen: perfeccionar mi silencio, o lo que viene a ser lo mismo: no reunirme ni hablar nunca con nadie, ni siquiera por teléfono (tan solo coyunturales o logísticas). O dicho de otra manera: ser un asceta o eremita, de los de la columna (Simón del desierto, Buñuel, al que hay que recurrir siempre), pero durmiendo en mi cama. Yo superaré a Simón, porque a diferencia de él, al que tenían que llevarle la comida, yo me cocino solo y en el Super no necesito hablar con nadie. En una novela que estoy leyendo ahora (El Mago, de John Fowles), un personaje se refiere a alguien a quien conoció:  «Pero estaba solo. Nunca le escribía nadie. Nadie le visitaba. Totalmente solo. Y creo que jamás en la vida he conocido a nadie que fuera tan feliz».
Mi deidad oracular e inspiración será: La perfecta y silenciosa soledad (*). Si consigo la pureza absoluta en ese propósito me salvaré: mi vida tendrá sentido, por fin lo habré conseguido, tantos años después. El sentido da igual de qué materia esté constituido, lo importante es que exista (hasta la estupidez sirve, tan frecuente entre humanos, por cierto, y también en mí, un poquito, por supuesto).
Dice Enrique Vila Matas: “Es la nuestra una pura actividad sin fin, una enloquecida carrera hacia la nada”. Pues eso, el sentido de la vida: La Nada, que se da por comprendida y asumida, y la más perfecta expresión de ese noble y alto empeño: el silencio.
Lo primero que tengo que neutralizar será mi inclinación instintiva hacia las mujeres, causa sobre todo, de una costumbre arraigada en mí desde que era un niño (entonces eran las niñas). La reeducación la llevo muy avanzada, incluso con ejercicios prácticos y todo. Un día de estos contaré alguno culminado con éxito.
Aunque, exista el peligro de la imprevisibilidad de la vida que te obliga a cambiar de planes y estrategias, a mí ya no me afecta ni afectará: porque cuando la vida social ya ha huido de ti, ya nunca pasa nada que tu mismo no ordenes en el presente, salvo que enfermes.
Bueno, ya dejo para otro día este lío que me traigo entre manos hoy.
(*) mañana contaré una información que he conocido hoy y que me ha llamado poderosamente la atención, por graciosa.
La Fotografía: Premonitoria, soy yo mismo (me he visto en mis ensoñaciones  blancas y no tan inocuas) santificado por haber alcanzado mi espiritual propósito: La perfecta y silenciosa soledad (modelo cartujo, pero sin colegas ni misas a deshora) que por cierto, según pude ver en el sueño y en la foto, me adelgazó mucho.

Pepe Fuentes ·