7 NOVIEMBRE 2023

© 2023 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2023
Localizacion
Salamanca (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2023-11-07
Referencia
10136

DIARIO DE VIAJE: a Castilla León Oeste.
Martes: diecinueve de Septiembre de dos mil veintitrés
Día 2.3

… Empecé el turisteo del día por la Catedral Nueva (s XVI). Se construyó en gótico tardío, renacentista y barroco, manteniendo anexa la Catedral Vieja (s XII), románica y gótica. Desde que visité Salamanca por primera vez (1971), me pareció sensiblemente más interesante la vieja que la nueva. En arquitectura religiosa, me gusta e interesa infinitamente más lo viejo que lo nuevo. Digamos que hasta el siglo XV (incluido renacimiento, por supuesto), luego, a medida que se suceden siglos y estilos, menos, y menos, y menos.  Ahora, cuando escribo esta crónica viajera, justo un mes después, apenas me acuerdo de las sensaciones o impresiones que tuve tanto en una catedral como en la otra. Por algo será. Creo que salí de ellas algo decepcionado, a pesar de las sombras, rincones oscuros y la polvorienta imagenería de la Vieja, que tanto sugiere y aporta a mi avidez estética…
La Fotografía: Qué puedo entender yo de las prácticas religiosas, especialmente de los profesionales, como la del cura recluido en una capilla penitencial, que como su nombre indica es de hacer penitencia ¿por qué? No tengo ni la más remota idea y además, no lo entiendo. Esta religión se sustenta, entre otros valores, por un genuino complejo de culpa y expiación. Por el hecho de nacer ya estamos condenados (pecado original). Me aventuro: dicen que es por amor a Dios ¿a cuál de ellos? Supongo que el bíblico, versión renovada, no judía; y por ganarse la entrada en la gloria, pero una vez muertos, qué más da ¡menudo negocio! También dicen que para proyectar amor y ayuda a los demás ¡mentira! Eso no habita en la naturaleza humana sana, solo en los mentalmente dañados.  Lo único que sabemos a ciencia cierta es que el ser humano, muy por encima de todo se ama a sí mismo. ¿Entonces? Repito, no lo sé. Tampoco puedo entender la tremenda incomodidad física a la hora de trabajar de estas personas tan aparentemente entregadas, pero libres de responsabilidades y exigencias: molestas indumentarias, lugares húmedos y oscuros, lectura de textos viejos, muy sobados ya, y seguro que imperativos y admonitorios. Sin embargo, en otros momentos gozan de mucha luz, pompa, ricos vestidos y ambientadores humeantes (incienso). A este señor no, hoy le ha tocado sombra, concentración, recato y silencio, es decir, penitencia; es decir, aburrimiento.
Este texto me ha salido muy chapucero, sin altura de miras, sin filosofía o interesante reflexión. No puedo estar bien siempre.

Pepe Fuentes ·